Hace muchos años un muchacho se enamoró de una bella joven, pero al pedirla en matrimonio, ésta le dijo que su hada madrina le había puesto una condición: se casaría con quien fuera capaz de hacer un agujero en el agua. Eso es imposible! -dijo el joven. -Mi hada madrina me ha asegurado que quien de verdad me ame, lo logrará.
El enamorado pensó y pensó y anduvo por muchos lugares en busca de una solución. Hasta que llegó a las tierras frías del norte y al ver un lago que estaba helado comprendió que ahí se podía hacer un agujero en el agua. Gracias a eso se casó con su amada y fueron muy felices.
Desde entonces el hada madrina se aparece en los sueños de todos los niños y niñas que cumplen años en esa noche mágica anterior al día de la celebración. Pero como a estos enamorados, también pondrá una prueba que habrá que cumplir.
¡FELICIDADES! A Andrés Fernando mi bebé adorado y a todos los que lo celebráis en agosto.
Y Colorín Colorado
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