martes, 24 de enero de 2012

CUENTO MÁGICO


EL MAGO DEL PARAGUAS MAGICO. La red.

Decía la leyenda, que hace muchos muchos años, existía un mago que siempre había querido volar como los pájaros y sentir la misma sensación que ellos en el aire. Arión, que así se llamaba el mago, deseaba conseguir algún día, poder llegar a volar, así que todos los días nada más levantarse se ponía a trabajar en su laboratorio buscando la fórmula mágica para volar.

Pero un día, cuando el mago se encontraba haciendo sus experimentos, inventando nuevas pócimas, llegó al laboratorio del mago Arión, su gato Triski, que se puso tan contento de ver al mago, que corrió junto a él, tirando al suelo algunas de las pócimas que había elaborado Arión para conseguir volar.

El mago se enfadó muchísimo con su gato Triski y le dijo: “Gato malo!! no quiero volver a verte nunca más, vete de mi casa!!” Así que con los ojos tristes, Triski se fue a la calle.

El mago Arión, se quedó recogiendo todo el líquido, de las pócimas que se habían caído al suelo y encima de un paraguas antiguo que conservaba el mago desde que era niño, pues fue un regalo de su abuelo. Nuestro mago no podía creerlo, el paraguas se había manchado y se había convertido en un paraguas de colores, y dijo: “Este gato, me ha estropeado el paraguas de mi abuelo, está lleno de manchas de colores!”

Pero de repente, cuando Arión el mago estaba a punto de tirar el paraguas a la basura, lo abrió y vio un montón de luces de colores alrededor de su paraguas, y entonces notó como sus pies no estaban tocando tierra, sino que estaban en el aire.

Cuando el mago Arión vió que el paraguas era mágico y que, gracias a que estaba agarrado a él, estaba volando, grito: “¡¡Estoy volando como los pájaros, por fin!!”
El mago Arión, estuvo volando con el paraguas mágico durante toda la tarde de un lugar para otro, disfrutando como nunca antes lo había hecho, pero cuando estaba volando cerca de su casa, vió a su gato Triski, tumbado medio llorando, porque su amo se había enfadado con él. Por lo que el mago Arión, bajó al suelo y cerró su paraguas, mientras se acercaba hacia su gato.

“Hola Triski, lo siento mucho amigo mío, por haberme puesto así contigo, ya sé que lo único que querías antes, era darme cariño y que no te has dado cuenta de que las pócimas estaban ahí, así que vente para casa conmigo, te prometo que nunca más volverá a suceder, siento mucho haberte tratado así” dijo el Mago Arión.

Así fue como el mago consiguió cumplir su sueño, volar como los pájaros, gracias a su gato Triski, pues se mezclaron todas las pócimas haciendo que el paraguas pudiese volar.

Además, Arión el mago, también entendió que nunca más debía tratar así, a su gato Triski.

Y Colorín Colorado


viernes, 13 de enero de 2012

CUENTO COMPRENSIVO


EL HADA FEA. Pedro Pablo Sacrisitan

Había una vez una aprendiz de hada madrina, mágica y maravillosa, la más lista y amable de las hadas. Pero era también una hada muy fea, y por mucho que se esforzaba en mostrar sus muchas cualidades, parecía que todos estaban empeñados en que lo más importante de una hada tenía que ser su belleza.

En la escuela de hadas no le hacían caso, y cada vez que volaba a una misión para ayudar a un niño o cualquier otra persona en apuros, antes de poder abrir la boca, ya la estaban chillando y gritando:
- ¡fea! ¡bicho!, ¡lárgate de aquí!.

Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una vez había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero luego pensaba en lo que le contaba su mamá de pequeña: - tu eres como eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y seguro que es así por alguna razón especial...

Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron el país, haciendo prisioneras a todas las hadas y magos. Nuestra hada, poco antes de ser atacada, hechizó sus propios vestidos, y ayudada por su fea cara, se hizo pasar por bruja. Así, pudo seguirlas hasta su guarida, y una vez allí, con su magia preparó una gran fiesta para todas, adornando la cueva con murciélagos, sapos y arañas, y música de lobos aullando.

Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que con un gran hechizo consiguieron encerrar a todas las brujas en la montaña durante los siguientes 100 años.

Y durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la valentía y la inteligencia del hada fea. Nunca más se volvió a considerar en aquel país la fealdad una desgracia, y cada vez que nacía alguien feo, todos se llenaban de alegría sabiendo que tendría grandes cosas por hacer.

Y Colorín Colorado


domingo, 8 de enero de 2012

CUENTO JAPONES




MOMOTARO

¿Qué crees que le puede pasar a un niño que salga de un melocotón? ¿Y si tiene como amigos a un perro, un mono y un faisán? Pues miles de aventuras, seguro. ¿Quieres conocerlas?
Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar de Japón vivía una pareja de ancianos. Un día el anciano salió a la montaña a recoger leña mientras que la ancianita fue al río para lavar ropa. De repente, la ancianita vio que un enorme melocotón bajaba por el río, aguas abajo. Ella lo recogió y se lo llevó a casa. El anciano al llegar a casa se sorprendió al ver tan enorme melocotón y dijo: "¡Qué melocotón tan grande!, ¿lo cortamos? y la anciana contestó: "¡Sí, vamos a cortarlo!" Pero antes de cortarlo, el melocotón empezó a moverse y de su interior salió un niño. Los ancianos se sorprendieron al ver a un niño salir de aquel enorme melocotón, pero también se alegraron porque como no tenían hijos, ese niño se convertiría en su único hijo. "¡Lo llamaremos Momotaro! porque nació de un "momo", dijo la anciana.

Momotaro comía mucho y creció fuerte y robusto. Nadie podía rivalizar con él. Era bueno y ayudaba a sus padres en todo lo que le pedían, pero había algo que preocupaba a los ancianos: Momotarono aún no había pronunciado ni una sola palabra.

Por aquella época, unos demonios estaban causando alboroto y cometiendo fechorías por todo el pueblo, y Momotaro se indignaba y pensaba que: "¡Esta situación no lo puedo tolerar!". Un día, de repente comenzó a hablar y dijo a sus padres: "¡Voy a castigar a los demonios! Me tenéis que ayudar a preparar mis cosas para salir a buscarlos." Los ancianos se quedaron sorprendidos al escuchar por primera vez la voz de Momotaro. Así que ayudaron a su hijo y le dieron ropas nuevas y "kibi dango" para que pudiera comer durante el viaje.

Momotaro partió hacia la isla de los demonios. Los ancianos rezaban para que su hijo se encontrara sano y salvo. Momotoro se encontró en el camino con un perro. El perro le dijo: "¡Oye! Dame un "kibi dango" por favor. Si me lo das te ayudaré en lo que sea". Momotaro le entregó un "kibi dango" y empezaron a caminar juntos. Poco después se encontraron con un mono, el cual pidió a Momotaro lo mismo que el perro. Momotaro cogió un "kibi dango" y se lo entregó, y los tres empezaron la marcha nuevamente.

En el camino a la isla del demonio, encontraron a un faisán, el cual pidió lo mismo que los anteriores y se unió al grupo. Pasaron unos días y llegaron por fin a la "isla de los demonios". El faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo: "Ahora todos están tomando Sake". Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo:"Vamos".

Pero no podían entrar porque el portón estaba cerrado. En ese momento el mono saltó el portón y abrió la cerradura. Los cuatro entraron a la vez y los demonios quedaron sorprendidos al verlos. El perro mordió a un demonio, el mono arañó a otro mientras que el faisán picoteaba a un tercero. Momotaro dio un cabezazo al jefe de los demonios y le dijo: "¡No hagási más cosas malas!". Los demonios contestaron: "¡Nunca más lo haremos!, ¡perdónanos!".

Momotaro los perdonó y recobró el tesoro robado, volviendo a casa sano y salvo con sus amigos y repartiendo las riquezas entre la gente del pueblo.

Y Colorín Colorado



martes, 3 de enero de 2012

CUENTO MATRIMONIAL



CUENTO EL SOL Y LA LUNA SE VAN A CASAR. Jaime Eduardo Castellanos Villalba. Cúcuta - Colombia

Papá ratón llegó contando, que el sol y la luna se van a casar.

Mamá ratona dijo, que ese matrimonio no duraría, porque separado el sol de la luna siempre estaría.

Abuela ratona dijo, que tendrían como hijas las estrellas e hijos los cometas y como padrinos ella quería, fueran los planetas.

El ratoncito mayor dijo, que todos estaban equivocados, porque el sol se casaría con una “sola” y la luna con un “luno”, el sol tendría hijos, y tendría tantos, que con noche no quedaría lugar alguno. Grillos, sapos, renacuajos, ranas y búhos, no tendrían más noches para cantar y por eso el ratoncito mediano se puso a llorar.

Papá ratón llamó a la cordura, pues no había pareja para ellos, porque no se conocía ningún otro sol, ni otra luna, quizás en otra galaxia, pero más de cien mil años esa búsqueda dura. Y para terminar esta querella, el ratoncito más pequeñito sueña, con que la luna se enamore de una estrella y el sol de una flor bien bella.

Y Colorín Colorado