sábado, 30 de agosto de 2014

CUENTO MUDO

EL CUENTO QUE JAMAS SERÁ CONTADO. Bucanerita

Las nubes estaban muy alborotadas, brillaban con gris intenso, no eran los mejores días para navegar. Arribó a la isla más cercana y allí decidió descansar. Con la cabeza en las rodillas recreaba su corta vida, no eran los mejores momentos.

Algo rozó su pelo, era ligero como una rama, pero no, no había nadie. Se levanto perezosamente, se sentía melancólica, una melancolía sin sentido, nada había llenado su vida. Echó a andar, despacio, pensativa?.A lo lejos algo relucía, algo la arrastraba sin proponérselo. Entre las ramas encontró un tesoro, ¡¡¡ era increíble!!! No lo había buscado, ¿por qué encontrarlo? Lo cogió lo acarició y se dirigió al barco con prisa, quería guardarlo. Ella no conocía tesoros, siempre viajaba sola surcando los mares.

Cogió el rumbo hacia la isla de los sueños, allí lo escondería donde nadie lo pudiera encontrar. ¿Se sentía feliz? Junto al tesoro encontró el mapa, se tumbó bajo una palmera, iba a revisar su contenido. ¡Increíble! ese tesoro había pertenecido a una princesa?.

Abandonó la isla de los sueños y navegó hacia su tierra. Al llegar a casa buscó entre sus libros, debería encontrar esa historia. Una vez el libro entre las manos, empezó a leer sin detenerse. ¡¡¡Qué bella historia!!!!! Su corazón soñaba siempre con el amor, ella aun no lo había encontrado. Quiso ver ese tesoro, lo guardaría en la isla hasta que la princesa lo reclamara. No quiso pararse a descansar, volvió a embarcar hasta llegar a él. Su sorpresa fue grande, no se dejaba encontrar, parecía un tesoro embrujado. Sabía donde lo había guardado, pero?.

Estando escribiendo este cuento apareció el hombre de mis sueños. Lo interrumpí llena de felicidad. No llegaron esas palabras que anhelaba mi alma, fue un adiós???

Este cuento queda interrumpido. Habrá muchos cuentos, pero este jamás podrá ser contado. Habrá muchos grandes amores, pero este gran amor lo cortaron de raíz sin haber casi empezado.

Habrá bucaneros que surcarán los mares, pero ya nadie podrá abominar de la Fantasía. 

Y Colorín Colorado…

sábado, 23 de agosto de 2014

CUENTO DE CUMPLEAÑOS

HADA DEL CUMPLEAÑOS

Hace muchos años un muchacho se enamoró de una bella joven, pero al pedirla en matrimonio, ésta le dijo que su hada madrina le había puesto una condición: se casaría con quien fuera capaz de hacer un agujero en el agua. Eso es imposible! -dijo el joven. -Mi hada madrina me ha asegurado que quien de verdad me ame, lo logrará.

El enamorado pensó y pensó y anduvo por muchos lugares en busca de una solución. Hasta que llegó a las tierras frías del norte y al ver un lago que estaba helado comprendió que ahí se podía hacer un agujero en el agua. Gracias a eso se casó con su amada y fueron muy felices.

Desde entonces el hada madrina se aparece en los sueños de todos los niños y niñas que cumplen años en esa noche mágica anterior al día de la celebración. Pero como a estos enamorados, también pondrá una prueba que habrá que cumplir.

¡FELICIDADES! A Andrés Fernando mi bebé adorado y a todos los que lo celebráis en  agosto.

Y Colorín Colorado

viernes, 15 de agosto de 2014

CUENTO CEGATÓN

EL BÚHO GAFITAS. Cuentos y más Cuentos


Asomaba la cabecita, desde su casita en el tronco del árbol un búho con una carita muy divertida. Trabajaba durante la noche dando las horas como si fuera un reloj para que los animalitos del bosque supieran que hora era en cada momento.

Su gran ilusión era salir de su casa durante el día, pero sus ojitos no veían bien y tenía que conformarse con salir de noche y abrir sus grandes ojazos que brillaban en la oscuridad.

Siempre me dicen que soy afortunado por tener esos ojos tan grandotes, decía el búho, pero no saben -añadía- que aunque son tan llamativos, no veo las cosas tan claras y lindas como la gente las ve.

Salía durante la mañana pero a pocos metros se caía, y siempre decía: Otro tropezón, otro tropezón, pero no me importa, sólo quiero ver el sol, muy preocupado llamó a su amiga la ardilla Felisa, que vivía en un árbol cerca del suyo, ¡Felisa, Felisa, ven un momentito por favor! tengo un problema y como tu tienes fama de lista, tal vez puedas echarme una mano.

¿Qué te ocurre búho?, preguntó la ardilla Felisa, tengo que salir de día, quiero ver los animalitos que juegan durante la mañana y ver el lindo color del cielo cuando se pone el sol, quiero ver corretear a los conejos, y pegar brincos a los saltamontes y también como dan saltitos los pequeños pajarillos de mi árbol, tengo la solución, dijo la ardilla.

Iremos al conejo oculista y te pondrá unas gafas especiales para ver durante el día, el búho estaba muy guapo con sus nuevas gafas, y así se cumplió su sueño, paseaba y paseaba y tanto salía durante el día, que al llegar la noche se quedaba dormido y sus amigos le decían: Búho, no te duermas, que tienes que dar las horas.

Después de muchos días se dio cuenta de que debía utilizar su tiempo mejor y decidió dormir algunas horas durante el día, así cumplía su deseo y por las noches no se dormía durante su trabajo.

Y Colorín Colorado

jueves, 7 de agosto de 2014

CUENTO DORMILÓN

BUSCANDO UN SUEÑO. César. Cuentos Infantiles

Una niña tenía mucho sueño. Estaba en el campo, donde había yerbas y florecitas silvestres. Tenía tanto sueño que se acostó en el suelo... pero no se pudo dormir, porque le picaban las piedritas.

Y se fue caminando hasta la orilla de un rio, donde había arena suave y blanda. Como tenía mucho sueño, se acostó a dormir, pero no pudo dormir porque le picaron las hormigas.

Quiso mojarse la cara para quedarse despierta. El agua estaba tan sabrosa que se metió a nadar...y flotando boca arriba, en su cama de agua, le dio tanto sueño que se quiso dormir… pero no pudo porque los pececitos le hicieron cosquillas. El baño le había dado más sueño, así que se fue buscando un lugar donde dormir.

Entre dos árboles, encontró una cuevita oscura… ¡Qué linda oscuridad para descansar los ojos cargados de sueño! Se dijo a sí misma. Se acomodó en la cuevita oscura y cerró sus ojos para dormir. Pero no pudo, porque un osito le hizo cosquillas con su nariz.

Se levantó la niña y llegó hasta su casa. Allí su mamá la llevó a la camita, la tapó con su cobija y le contó este cuento para dormir.

Y Colorín Colorado