lunes, 30 de noviembre de 2009

Cuento Marino


¿POR QUÉ SONRÍEN LOS DELFINES?.Luis Burgueño

Por que sonríen los delfines? Los niños lo saben. Los niños no necesitan palabras para comunicarse, basta solo una mirada o una sonrisa, o tal vez un gesto para que se le acerque otro niño. Y eso los delfines lo saben, porque son niños. Los delfines bebes son niños y los delfines papás son niños. Una vez, hace mucho tiempo atrás, los pescadores se metían al mar con sus redes y sus barcos muy rudimentarios para probar suerte, a veces la tenían, a veces no. A veces pescaban mucho y variado, otras regresaban con las manos vacías. A veces regresaban, otras no. A Dios le preocupaba la idea que esos hombres estuvieran solos en medio de grandes tormentas, en medio de mares inmensos, lejos de sus familias, y decidió hacer algo. Entonces, Dios, el creador de todo, que vive en el cielo que también creó, reunió a una gran cantidad de niños convertidos en lucecitas, niños que no habían tenido la oportunidad de estar mucho tiempo en la tierra, la oportunidad de jugar con otros niños, la oportunidad de sonreir, o simplemente la oportunidad de nacer y les habló de regresar a la tierra. Hubo un gran griterío y todos se pusieron muy contentos con la idea de volver a corretear. Pero no era todo tan facil, regresarían bajo ciertas condiciones. No podían comunicarse con los pescadores, solamente hacerles companía y ayudarlos a llenar sus redes, a cambio de eso podían jugar todo el tiempo que quisieran. Entonces Dios puso manos a la obra y comenzó a idear el plan, les dió a los niños una forma diferente a la que habían tenido, una forma que permitiera navegar junto a los pescadores sin agitarse, con solo moverse apenas, colores bellos y la capacidad de comunicarse con solo mirarse. Les dió forma de delfines, y una noche cerrada y muy tormentosa, descendieron a todos los mares del mundo, miles, de diferentes tamaños y de diferentes colores. Los pescadores estan muy ocupados en pescar mas y mas antes que lo pesque otro, y no prestan atención a esas criaturas que los acompaña, que juegan delante de la embarcación, y que a veces, les ayudan a llenar las redes para llamar la atención. Pero los niños sí saben del secreto y les gustan los delfines. No hay un niño que no le gusten los delfines y tampoco hay un delfín que no le gusten los niños. Los niños saben que la sonrisa de los delfines no puede ser sino de otro niño, y algunos grandes también sospechan lo mismo. Son los que los encierran delfines en acuarios para hacerlos trabajar, quizas hicieron trabajar antes a niños quitandoles la sonrisa. Son los que matan a los delfines con sus redes sin hacer nada para evitarlo, quizas antes tambien hicieron sufrir a niños. Pero los delfines (como los niños) siempre nos dan otra oportunidad, y juegan y ríen esperando el momento que dejemos de hacerlos sufrir. Podrán sacarle la vida a los delfines, podrán sacarle su carne, pero nunca podrán sacarle su sonrisa. Y Colorín colorado....

Se piensa que es una de las criaturas más inteligentes y bonitas de nuestros océanos y ríos pero también los delfines tienen una personalidad que es adorada mundialmente. Los vemos saltando, jugando e incluso los escuchamos riendo mientras se divierten en el océano.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Cuento Abrigado


¿CÓMO NACIERON LAS BUFANDAS? Daniel Adrian Madeiro

Las niñas y los niños que viven en la selva saben que a las jirafas, especialmente a las que tienen el cuello tan largo como un palo de escoba, les gusta mucho ponerse un adorno. Y ¿Saben que se ponen?, Yo se los voy a contar.

Algunas usan corbatas muy anchas con rayas, otras se ponen pañuelos de seda muy suave con dibujos, y otras se colocan moños de colores azules, rojos, amarillos, verdes, naranjas.

Como las jirafas son muy lindas, cualquier cosa que se pongan en el cuello les queda divertido. Además no las tienen que comprar, ¿Por qué?. Porque en la selva todos los animalitos colaboran, cada uno un poquito, para confeccionarles los adornos. Las telas para los pañuelos, las corbatas y los moños, las hacen unas arañitas que tejen muy bien. Se las suele ver moviendo muy ligero sus bracitos para atar finos hilos de seda unos con otros. Las serpientes se encargan de dibujar hermosos arabescos sobre los pañuelos, contorneándose de aquí para allá.

Para decorar las corbatas con rayas, son las cebras las que prestan su ayuda y experiencia. Los moños son coloreados por unos lindísimos pájaros con colas muy largas. Ellos pintan usando plumas de colores que agarran con el pico.

Quizá ustedes nunca vieron una jirafa con corbata, moño o pañuelo. ¿Saben por qué?. Lo que pasa es que aquí viven en el zoológico. Como va mucha gente que ellas no conocen les da vergüenza adornarse. Pero en la selva es distinto. Allí están con animalitos amigos. No sienten vergüenza y se ponen de todo en el cuello. A ellas les gusta que sus amiguitos les digan cosas lindas. En la primavera, cuando toda la selva se viste de flores y mariposas, las jirafas hacen desfile de modelos. Las hormigas cubren la tierra con pétalos de flores de muchos colores. Cuando terminan parece como si hubiera una alfombra multicolor. Los elefantes ponen troncos de árboles a los costados del caminito para que sirvan de asientos.

Cuando está todo listo llegan los animales desde distintos lugares y las jirafas comienzan a desfilar muy coquetonas, luciendo sus mejores moños, corbatas y pañuelos. Todos las aplauden y les regalan flores y besitos. Pero una vez pasó algo que no les conté. ¿Saben que pasó?. Un viento fuerte, pero muy fuerte, y además frío, pero muy frío, sopló por toda la selva. Y por ese viento y ese frío, ¿saben que pasó?.

A todas las jirafas les empezó a doler la garganta. Y como tienen el cuello muy largo, les dolía mucho y casi no podían hablar. "¡Oh, pobrecitas!" -decían los hipopótamos- "El dolor de garganta de ellas debe ser tan feo como si a nosotros nos dolieran los dientes". "¡Ay, Ay!" -se lamentaban los burros- "Cuanto dolor deben sentir. ¡Menos mal que el frío no nos enfermó nuestras grandes orejas!". "Que suerte que yo estoy adentro de mi casita" -comentaba la tortuga. "Có... Có... Có... ¿Cómo podemos ayudarlas?" -preguntó el gallito, muy preocupado.

Entonces apareció el zorro que, como todos los niños y niñas de la selva saben muy bien, es el animal más astuto. Se acercó hacia las jirafas y les preguntó: "¿Les duele mucho la garganta?". Las jirafas bajaban y subían la cabeza para indicarle que sí, porque no podían hablar. "Me parece..." -dijo el zorro- "que se me ha ocurrido una muy buena idea". Todos los animalitos allí presentes abrieron los ojos muy grandes, especialmente los búhos que ya tienen los ojos grandes. "Y ¿Cuál es la idea?" - le preguntaron todos al zorro.

"Es muy sencillo" -contestó - "todos vamos a colaborar para hacer algo parecido a los pañuelos pero mucho más largo y de lana para que sea abrigado. Se lo enroscan en el cuello y así el frío no les hará nada"."Muy buena ocurrencia, señor zorro" -le dijo el loro- "y yo propongo que a ese abrigo para el cuello lo llamemos: BUFANDA". "¿Bufanda?" - preguntaron todos los animalitos. "Y ¿Por qué?". El loro se puso pensativo y caminaba de un lugar a otro, preguntándose: "¿Por qué?". Luego de un rato pegó un salto y contestó con una sonrisa: "Se llamará Bufanda por es un nombre lindo". "¡Tiene razón!" -dijo la vaca- "Es un nombre hermoso". "Un nombre precioso" - dijo el cocodrilo. "Un nombre fabuloso" -dijo la ardilla.

"Bueno, bueno, basta de hablar y por favor, comiencen a hacer las bufandas que nos estamos muriendo de frío" -dijo una jirafa con una voz muy bajita y ronca. Y así fue que todos los animales de la selva se pusieron a trabajar para confeccionar lindas, hermosas, preciosas y fabulosas bufandas para jirafa. Y, desde ese día, las jirafas nunca más tuvieron frío y dolor en la garganta durante el invierno.

Y colorín colorado...


Las jirafas son probablemente mudas. Sin embargo, la investigación reciente tiene mostrado evidencia que el animal comunica en un nivel del infrasonido.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Cuento Leyenda


Segun la mitologa griega, Pegaso era un caballo mágico y alado, hijo de Poseidón, Dios del Mar y de Medusa.

La leyenda afirma que esta criatura,bella y veloz nació del cuello de su madre Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza.

Al poco de nacer, Pegaso consiguió con una sola coz al golpear el suelo,hacer fluir un manantial en el Monte Hericón. El manantial se consagró las Musas y por ello se creé que es la Fuente de la Inspiración poética.

Y colorín colorado...

Estaba dotado de alas y volaba por los aires, cuando no corría "como el viento" por la tierra.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Cuento Instructivo


UN BOSQUE DEL OTRO MUNDO EL HADA MOTH WILLOGOW

Bastante extenso este bosquecillo, existe en un universo paralelo allende los últimos vestigios de tierra en nuestro Océano Atlántico, un Mundo Maravilloso donde la muerte no existe y la primavera y la juventud son eternas. Esta lleno de Islas Bienaventuradas y Ríos afortunados.

Existen en ella poblaciones de seres de luz, una de ellas la Tierra de los Jóvenes, esta también La Llanura Placentera y Los Parques de la Felicidad. Hay mujeres-hada que dispensan favores brindando hospitalidad y uno de sus obsequios es dar bebidas para aquellos que llegan de este mundo para que tengan un venturoso olvido del mundo real del cual procedían.

¿Cómo son sus lugares de residencia? Me preguntan los niños que leen nuestros cuentos - Son árboles, cáliz de las flores, jardines umbríos, grutas encantadas, castillos y suaves colinas que son para muchos lugar de preferencia ya que ellas tienen un interior hueco por donde pueden pasar de nuevo a su lugar de órigen.

Aman danzar al claro de la luna y si alguna vez tienes la suerte de tropezar con una hada no le hagas peticiones, porque te lo pueden conceder si el pedido tiene que ver con algo material, pero cuando lo consigas se vuelve una hoja seca, de allí que se cree que el Otoño es un castigo de las hadas para todos los ambiciosos y si le pides amor o poder, se tornará en decepción, por una sencilla razón y es que signfiica que tu dudas de ti mismo porque el amor y el poder ya están dentro de ti, luego no pidas lo que ya tienes o lo que puedes conseguir con tu honroso trabajo.

Su apariencia es sutil, etérea, traslucida cuando les podemos ver, cuando solo son ellas quienes nos ven están en nuestro astral(energía que esta alrededor de tu cuerpo físico) y pueden variar de tamaño a voluntad, son un enlace entre el mundo visible y el invisible. Moth Willogow, vigilante de este BOSQUE DEL OTRO MUNDO, donde encuentras avellanas, sauces, Abedules, Fresnos, Encinas, amiga de Hada Leannan, musa de poetas y su protectora, dicen que cuando otorga su gloria acorta la vida de los poetas. Otra de sus amigas es Benhir, doméstica, protege de los peligros avisando anticipadamente de ellos a las familias que están bajo su tutela.

Siguen preguntándome los "niños que nos leen", si ellas podrían salvar al mundo de tanto daño -el mundo está ya con su males, nosotras transformamos o avisamos de alguna manera, más lo que han hecho tiene un efecto que solo pueden cambiar ustedes mismos. Los niños de esta era tienen una energía especial que hace posible que desde que estén en el vientre materno ya se irradia esa luz y comienzan a darse cambios aunque parece que no fuera así. Los niños pueden tener confianza, los adultos pueden tener amor hacia los niños para poder evitar la guerra y la destrucción de la humanidad.

Recuerda que la libertad humana es algo sagrado, obligar no existe en nuestro mundo, acá cada ser es valioso y respetado. No se pueden violar las leyes del universo, todo es como debe ser. Yo te recomendaría que hicieras con tus amigos "Islas afortunadas" en cada uno, cada ser es afortunado porque tiene todo el poder si así lo quiere o se lo quita con su equivocado pensamiento, dañando la belleza interior que viene con él. Los "Ríos afortunados son sus emociones, permitirlas y dejar que pasen es muy afortunado, retenerlas, expresarlas como rebusque esta mal. NO puedes retener el movimiento de la sangre por tu cuerpo porque mueres, igualmente no lo puedes hacer con tus emociones. Pueden hacer ríos afortunados de amor, de alegría, de entusiasmo, de contento.

"Las llanuras placenteras" significa todo lo que eliges para disfrutar o disfrutas todo lo que esta contigo y has elegido, son llanuras porque si fueran montañas la conciencia se les adormecería, no pueden tener tanto placer como tanto dolor, cada ser tiene su límite de resistencia y "Los parques de felicidad" son sus familias, el lugar donde tienen todo con lo que pueden jugar, observen sus parques que en todo desean montar, que llegan a ellos con tanta alegría que no se quieren salir de allí, igual todos deberían tener sus parques de felicidad y conservarlos con mucho amor.

Todo esto lo tenemos y cuidamos porque es así, No se cuestiona nada. Moth, Leannan y Benhir les aclaran que no pueden decir que ellos les dieron estas instrucciones porque cada ser tiene que buscar la forma de encontrar su camino y andarlo de principio a fin y el fin es el comienzo de otro. Hasta pronto, buena vida y mucho amor. Y colorín colorado...

©VICTORIA LUCIA ARISTIZABAL©

BOGOTA COLOMBIA


Al sobre la historia de las hadas, Una creencia popular decía que las hadas venían del mundo de los muertos, o pertenecían a alguna subclase de muertos. Las “banshee”, cuyo nombre irlandés o galés significa “mujer hada”,

Mas sobre hadas y sus apariciones en cuentos famosos como el Mago de Oz....




martes, 24 de noviembre de 2009

Cuento "Verde Esperanza"


LA ESTRELLA DE LA ESPERANZA

Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas y azules. Un día inquietas, ellas se acercaron a Dios y le dijeron: - Señor Dios, nos gustaría vivir en la Tierra, entre los hombres. - Así sera hecho, respondió el Señor. Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas, para que puedan bajar para la Tierra. Cuéntase que, en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños, y la Tierra quedó maravillosamente iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres y volver al cielo, dejando la tierra oscura y triste. - ¿Porqué volvieron? preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo. - Señor, no nos fue posible permanecer en la Tierra. Allá existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia. Y el Señor les dijo: - ¡Claro! El lugar de ustedes es aquí en el cielo. La Tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece. Después que llegaron todas las estrellas y verificando su número, Dios habló de nuevo: - Nos está faltando una estrella. ¿Será que se perdió en el camino? Un ángel que estaba cerca replicó: - No Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor. - ¿Qué estrella es esa? Volvió a preguntar Dios. - Es la Esperanza Señor. La estrella verde. La única estrella de ese color.
Y Colorin colorado...

lunes, 23 de noviembre de 2009

CUENTO EN PAZ


LA PAZ EN SATURDANCER. ©VICTORIA LUCIA ARISTIZABAL©. BOGOTA COLOMBIA

Unos ratoncitos muy inquietos llegaron al país de SATURDANCER, un país que se destacaba por ser protector de las flores, de los árboles, de los animales y tenían un especial control sobre el clima, no existía allí ni frío ni calor. Hablando de los ratoncitos como invasores de las Setas, muy preciadas en este país porque es el lugar de vivienda de las hadas mas pequeñas de los bosques y además ellas dependen de los árboles como el roble para poder subsistir. EL HADA DE LA PAZ que se llamaba CHANTER-REED tenia como misión: hacer posible que la paz reinara en SATURDANCER, luego este acontecimiento con los ratoncitos había que solucionarle de inmediato y ella dentro de su armonía, salió en busca de dos de sus colaboradores mas inmediatos, que eran los BRAKEN ELFDANCERS. Su misión era transmitir pensamientos telepáticos a través de cinturones de Gosamer (amor) y Tirsatires (alegrías) y siendo gemelos tenían que producir Trípteres, eso significaba que en su pensamiento tenían que existir tres posiciones, la del responsable, la del HADA DE LA PAZ y una FIDGET (posición neutra). CHANTER-REED EL HADA DE LA PAZ llegó hasta donde estaban los ratoncillos, que en realidad estaban montándose sobre las setas y dañándoles, cuando los ratoncitos vieron a CHANTER-REED, salieron corriendo a esconderse detrás de los árboles, ella tomo su bárita mágica que estaba hecha con plantas de fresa y en la punta había un pajarillo que emitía un canto especial cuya nota emanaba una luz que paralizaba momentáneamente a quién había que cuestionarle por su THORN(comportamiento). Al estar ellos allí quietos sin poder moverse, CHANTER-REED llama a sus colaboradores y ellos se ponen en posición, uno frente al otro y entre los dos comienza a crearse una cadena de GOSAMERS(amores) y TIRSATIRES(alegrías). Uno de los BRAKEN ELFDANCERS se llamaba ELFREN y el otro se llamaba FIELD y asi comenzaron su proceso de FEATHER(sabiduría). Los acompañaban sus amigos los TREBOLES para sus Trípteres. -Como ustedes son responsables de dañar las SETAS, queremos escuchar su opinión- preguntaron los BRAKEN ELFDANCERS a los ratoncitos. Ellos responden: solo jugábamos. -¿Son conocedores del daño que le ocasionan a las casitas de las haditas y de los gnomos que son las SETAS?- Ellos responden: no sabíamos que eran casas, solo brincamos, saltamos y si saben bien nos la comemos. De inmediato los BRAKENELFDANCERS comienzan a envolver en sus cordones de GOSAMERS y TIRSATIRES a los ratoncitos. EL HADA DE LA PAZ observa con atención y serenidad, conocedora de este proceso pacificador. Los ratoncitos comenzaron a sentir ganas de reir sin parar y se llenaron de mucho amor y querían abrazarles pero no podían moverse y le dijeron a CHANTER-REED que si ese era su castigo...-ella les dice que en SATURDANCER no se castiga, más es necesario parar cuando las acciones no hacen bien a otros y reflexionar acerca de sus actos. En ese momento CHANTER-REED les hablaba en su idioma porque tenía es poder. Los ratoncitos fueron sintiendo tanta calma y amor que le pidieron al HADA DE LA PAZ que les soltara, pero faltaba la posición de los FIDGET(neutros). Los FIDGET le sugirieron a CHANTER-REED que lo mejor para todos era llevar a los ratoncitos al parque de los TIRSATIRES para que allí jueguen sin hacer daños y a la vez puedan sentirse felices. Esa posición agradó mucho a CHANTER REED como a los BRAKENELFDANCERS, quiénes envolvieron de nuevo con hillos de GOSAMERS Y TIRSATIRES a todos los que estaban allí y sus sonidos se fusionaron produciendo ARCOS DE LUZ de todos los colores para que en ellos pudieran transportar a los ratoncitos. VOLVIO A REINAR LA PAZ. Y colorin colorado

Danza del hada de azucar de Tchaikowsky Un video hermoso.

domingo, 22 de noviembre de 2009

CUENTO ANGELICAL


SE ACERCA UN NUEVO AÑO. Del libro: "Cuentos para Niños de 8 a 108 II" - Pancho Aquino

Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado. Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo.

Y bueno, todas esas son cosas muy importantes. Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo. ¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles. ¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.

Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta 1os últimos minutos del último día del año. Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía: "Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor: sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.

Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y adultos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace. Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".

Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos. Y colorin colorado....



sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuento sin miedo


JUAN SIN MIEDO

Érase una vez un matrimonio de leñadores que tenía dos hijos. Pedro, el mayor, era un chico muy miedoso. Cualquier ruido le sobresaltaba y las noches eran para él terroríficas. Juan, el pequeño, era todo lo contrario. No tenía miedo de nada. Por esa razón, la gente lo llamaba Juan sin miedo. Un día, Juan decidió salir de su casa en busca de aventuras. De nada sirvió que sus padres intentaron convencerlo de que no lo hiciera. El quería conocer el miedo. Saber que se sentía.

Estuvo andando sin parar varios días sin que nada especial le sucediese. Llegó un bosque y decidió cruzarlo. Bastante aburrido, se sentó a descansar un rato. De repente, una bruja de terrible aspecto, rodeada de humo maloliente y haciendo grandes aspavientos, apareció junto a él. ¿Que ahí abuela? -saludo Juan con toda tranquilidad. ¡Desvergonzado! ¡Soy una bruja!

Pero Juan nos impresionó. La bruja intentó todo lo que sabía para asustar a aquel muchacho. Nada dio resultado. Así que se dio media vuelta y se fue de allí cabizbaja, pensando que era su primer fracaso como bruja.

Tras su descanso, Juan echó a andar de nuevo. En un claro del bosque encontró una casa. Llamo a la puerta y le abrió un espantoso ogro que, al ver al muchacho, comenzó a lanzar unas terribles carcajadas. Juan no soportó que se riera de él. Se quitó el cinturón y empezó a darle unos terribles golpes hasta que el ogro le rogó que parase.

El muchacho pasó la noche en la casa del ogro. Por la mañana siguió su camino y llegó a una ciudad. En la plaza un pregonero leía un mensaje del rey. Y a quien se atreva a pasar tres noches seguidas en este castillo, el rey le concederá a la mano de la princesa. Juan sin miedo se dirigió al palacio real, donde fue recibido por el soberano.

Majestad, estoy dispuesto a ir a ese castillo dijo el muchacho. Sin duda has de ser muy valiente contestó el monarca. Pero creo que deberías pensar lo mejor. Está decidido respondió Juan con gran seguridad. Juan llegó al castillo. Llevaba años deshabitado. Había polvo y telarañas por todas partes. Como tenía frío, encendió una hoguera. Con el calor se quedó dormido.

Al rato, unos ruidos de cadenas lo despertaron. Al abrir los ojos, el muchacho vio ante él un fantasma. Juan, muy enfadado por qué lo hubieran despertado, cogió un palo ardiendo y se lo tiró al fantasma. Este, con su sábana en llamas, huyó de allí y el muchacho siguió durmiendo tan tranquilo. Por la mañana, siguió recorriendo el castillo. Encontró una habitación con una cama y decidió pasar allí su segunda noche. Al poco rato de haberse acostado, oyó lo que parecían maullidos de gatos. Y ante él aparecieron tres grandes tigres que lo miraban con ojos amenazadores. Juan cogió la barra de hierro y empezó a repartir golpes. Con cada golpe, los tigres se iban haciendo más pequeños. Tanto redujeron su tamaño que, al final, quedaron convertidos en unos juguetones que a gatitos a los que Juan estuvo acariciando.

Llegó la tercera noche y Juan se echó a dormir. Al cabo de unos minutos escuchó unos impresionantes rugidos. Un enorme león estaba a punto de atacarlo. El muchacho cogió la barra de hierro y empezó a golpear al pobre animal, quien empezó a decir con voz suplicante: ¡Basta! ¡basta! ¡no me es más! ¡eres un bruto! ¿no te das cuenta de que me vas a matar?

A la mañana siguiente, Juan sin miedo apareció el palacio real. El rey, que no daba crédito a sus ojos, le concedió la mano de su hija y, a los pocos días se celebraron las bodas. Juan estaba encantado con su esposa y se sentía muy feliz. La princesa también lo estaba. Pero decidió que haría conocer el miedo a su marido.

Una noche, mientras Juan dormía, ella cogió una jarra de agua fría y se la derramó encima. El pobre Juan creyó morir del susto. Temblaba de terror. Sus pelos estaban rizados y ¡conoció el miedo, por fin! Juan una vez recuperado, agradeció su esposa haberle hecho sentir miedo, algo que todo el mundo conoce.

Y colorin colorado

El miedo, gran enemigo “Existe actualmente una ideología del miedo que se está metiendo en los huesos de los padres; esto es malo y no nos permite entender qué les está pasando a los hijos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cuento "peludo"

LOS TRES PELOS DE ORO DEL DIABLO. Hermanos Grimm.

Érase una vez una mujer muy pobre que dio a luz un niño. Como el pequeño vino al mundo envuelto en la tela de la suerte, predijéronle que al cumplir los catorce años se casaría con la hija del Rey. Ocurrió que unos días después el Rey pasó por el pueblo, sin darse a conocer, y al preguntar qué novedades había, le respondieron: - Uno de estos días ha nacido un niño con una tela de la suerte. A quien esto sucede, la fortuna lo protege. También le han pronosticado que a los catorce años se casará con la hija del Rey. El Rey, que era hombre de corazón duro, se irritó al oír aquella profecía, y, yendo a encontrar a los padres, les dijo con tono muy amable: - Vosotros sois muy pobres; dejadme, pues, a vuestro hijo, que yo lo cuidaré. Al principio, el matrimonio se negaba, pero al ofrecerles el forastero un buen bolso de oro, pensaron: «Ha nacido con buena estrella; será, pues, por su bien» y, al fin, aceptaron y le entregaron el niño.

El Rey lo metió en una cajita y prosiguió con él su camino, hasta que llegó al borde de un profundo río. Arrojó al agua la caja, y pensó: «Así he librado a mi hija de un pretendiente bien inesperado». Pero la caja, en lugar de irse al fondo, se puso a flotar como un barquito, sin que entrara en ella ni una gota de agua. Y así continuó, corriente abajo, hasta cosa de dos millas de la capital del reino, donde quedó detenida en la presa de un molino. Uno de los mozos, que por fortuna se encontraba presente y la vio, sacó la caja con un gancho, creyendo encontrar en ella algún tesoro. Al abrirla ofrecióse a su vista un hermoso chiquillo, alegre y vivaracho. Llevólo el mozo al molinero Y su mujer, que, como no tenían hijos, exclamaron: - ¡Es Dios que nos lo envía! Y cuidaron con todo cariño al niño abandonado, el cual creció en edad, salud y buenas cualidades.

He aquí que un día el Rey, sorprendido por una tempestad, entró a guarecerse en el molino y preguntó a los molineros si aquel guapo muchacho era hijo suyo. - No -respondieron ellos-, es un niño expósito; hace catorce años que lo encontramos en una caja, en la presa del molino. Comprendió el Rey que no podía ser otro sino aquel niño de la suerte que había arrojado al río, y dijo. - Buena gente, ¿dejaríais que el chico llevara una carta mía a la Señora Reina? Le daré en pago dos monedas de oro. - ¡Como mande el Señor Rey! -respondieron los dos viejos, y mandaron al mozo que se preparase. El Rey escribió entonces una carta a la Reina, en los siguientes términos: «En cuanto se presente el muchacho con esta carta, lo mandarás matar y enterrar, y esta orden debe cumplirse antes de mi regreso». Púsose el muchacho en camino con la carta, pero se extravió, y al anochecer llegó a un gran bosque. Vio una lucecita en la oscuridad y se dirigió allí, resultando ser una casita muy pequeña. Al entrar sólo había una anciana sentada junto al fuego, la cual asustóse al ver al mozo y le dijo: - ¿De dónde vienes y adónde vas? - Vengo del molino -respondió él- y voy a llevar una carta a la Señora Reina. Pero como me extravié, me gustaría pasar aquí la noche. - ¡Pobre chico! -replicó la mujer-. Has venido a dar en una guarida de bandidos, y si vienen te matarán. - Venga quien venga, no tengo miedo -contestó el muchacho-. Estoy tan cansado que no puedo dar un paso más - y, tendiéndose sobre un banco, se quedó dormido en el acto.

A poco llegaron los bandidos y preguntaron, enfurecidos, quién era el forastero que allí dormía. - ¡Ay! -dijo la anciana-, es un chiquillo inocente que se extravió en el bosque; lo he acogido por compasión. Parece que lleva una carta para la Reina. Los bandoleros abrieron el sobre y leyeron el contenido de la carta, es decir, la orden de que se diera muerte al mozo en cuanto llegara. A pesar de su endurecido corazón, los ladrones se apiadaron, y el capitán rompió la carta y la cambió por otra en la que ordenaba que al llegar el muchacho lo casasen con la hija del Rey. Dejáronlo luego descansar tranquilamente en su banco hasta la mañana, y, cuando se despertó, le dieron la carta y le mostraron el camino. La Reina, al recibir y leer la misiva, se apresuró a cumplir lo que en ella se le mandaba: Organizó una boda magnífica, y la princesa fue unida en matrimonio al favorito de la fortuna. Y como el muchacho era guapo y apuesto, su esposa vivía feliz y satisfecha con él. Transcurrido algún tiempo, regresó el Rey a palacio y vio que se había cumplido el vaticinio: el niño de la suerte se había casado con su hija. - ¿Cómo pudo ser eso? -preguntó-. En mi carta daba yo una orden muy distinta. Entonces la Reina le presentó el escrito, para que leyera él mismo lo que allí decía. Leyó el Rey la carta y se dio cuenta de que había sido cambiada por otra. Preguntó entonces al joven qué había sucedido con el mensaje que le confiara, y por qué lo había sustituido por otro. - No sé nada -respondió el muchacho-. Debieron cambiármela durante la noche, mientras dormía en la casa del bosque.

- Esto no puede quedar así -dijo el Rey encolerizado-. Quien quiera conseguir a mi hija debe ir antes al infierno y traerme tres pelos de oro de la cabeza del diablo. Si lo haces, conservarás a mi hija. Esperaba el Rey librarse de él para siempre con aquel encargo; pero el afortunado muchacho respondió: - Traeré los tres cabellos de oro. El diablo no me da miedo-. Se despidió de su esposa y emprendió su peregrinación. Condújolo su camino a una gran ciudad; el centinela de la puerta le preguntó cuál era su oficio y qué cosas sabía. - Yo lo sé todo -contestó el muchacho. - En este caso podrás prestarnos un servicio -dijo el guarda-. Explícanos por qué la fuente de la plaza, de la que antes manaba vino, se ha secado y ni siquiera da agua.- Lo sabréis -afirmó el mozo-, pero os lo diré cuando vuelva. Siguió adelante y llegó a una segunda ciudad, donde el guarda de la muralla le preguntó, a su vez, cuál era su oficio y qué cosas sabía. - Yo lo sé todo -repitió el muchacho. - Entonces puedes hacernos un favor. Dinos por qué un árbol que tenemos en la ciudad, que antes daba manzanas de oro, ahora no tiene ni hojas siquiera.

- Lo sabréis -respondió él-, pero os lo diré cuando vuelva. Prosiguiendo su ruta, llegó a la orilla de un ancho y profundo río que había de cruzar. Preguntóle el barquero qué oficio tenía y cuáles eran sus conocimientos. - Lo sé todo -respondió él. - Siendo así, puedes hacerme un favor -prosiguió el barquero-. Dime por qué tengo que estar bogando eternamente de una a otra orilla, sin que nadie venga a relevarme.- Lo sabrás -replicó el joven-, pero te lo diré cuando vuelva.

Cuando hubo cruzado el río, encontró la entrada del infierno. Todo estaba lleno de hollín; el diablo había salido, pero su ama se hallaba sentada en un ancho sillón. - ¿Qué quieres? -preguntó al mozo; y no parecía enfadada. - Quisiera tres cabellos de oro de la cabeza del diablo -respondióle él-, pues sin ellos no podré conservar a mi esposa. - Mucho pides -respondió la mujer-. Si viene el diablo y te encuentra aquí, mal lo vas a pasar. Pero me das lástima; veré de ayudarte. Y, transformándolo en hormiga, le dijo:- Disimúlate entre los pliegues de mi falda; aquí estarás seguro. Bueno -respondió él-, no está mal para empezar; pero es que, además, quisiera saber tres cosas: por qué una fuente que antes manaba vino se ha secado y no da ni siquiera agua; por qué un árbol que daba manzanas de oro no tiene ahora ni hojas, y por qué un barquero ha de estar bogando sin parar de una a otra orilla, sin que nunca lo releven. - Son preguntas muy difíciles de contestar -dijo la vieja-, pero tú quédate aquí tranquilo y callado y presta atento oído a lo que diga el diablo cuando yo le arranque los tres cabellos de oro.

Al anochecer llegó el diablo a casa, y ya al entrar notó que el aire no era puro: - ¡Huelo, huelo a carne humana! -dijo-; aquí pasa algo extraño. Y registró todos los rincones, buscando y rebuscando, pero no encontró nada. El ama le increpó: - Yo venga barrer y arreglar; pero apenas llegas tú, lo revuelves todo. Siempre tienes la carne humana pegada en las narices. ¡Siéntate y cena, vamos! Comió y bebió, y, como estaba cansado, puso la cabeza en el regazo del ama, pidiéndole que lo despiojara un poco. A los pocos minutos dormía profundamente, resoplando y roncando. Entonces, la vieja le agarró un cabello de oro y, arrancándoselo, lo puso a un lado. - ¡Uy! -gritó el diablo-, ¿qué estás haciendo? - He tenido un mal sueño -respondió la mujer- y te he tirado de los pelos.

- ¿Y qué has soñado? -preguntó el diablo. - He soñado que una fuente de una plaza de la que manaba vino, se había secado y ni siquiera salía agua de ella. ¿Quién tiene la culpa? - ¡Oh, si lo supiesen! -contestó el diablo-. Hay un sapo debajo de una piedra de la fuente; si lo matasen volvería a manar vino. La vieja se puso a despiojar al diablo, hasta que lo vio nuevamente dormido, y roncando de un modo que hacía vibrar los cristales de las ventanas. Arrancóle entonces el segundo cabello. - ¡Uy!, ¿qué haces? -gritó el diablo, montando en cólera. - No lo tomes a mal -excusóse la vieja- es que estaba soñando. - ¿Y qué has soñado ahora? - He soñado que en un cierto reino crecía un manzano que antes producía manzanas de oro, y, en cambio, ahora ni hojas echa. ¿A qué se deberá esto? - ¡Ah, si lo supiesen! -respondió el diablo-. En la raíz vive una rata que lo roe; si la matasen, el árbol volvería a dar manzanas de oro; pero si no la matan, el árbol se secará del todo. Mas déjame tranquilo con tus sueños; si vuelves a molestarme te daré un sopapo.

La mujer lo tranquilizó y siguió despiojándolo, hasta que lo vio otra vez dormido y lo oyó roncar. Cogiéndole el tercer cabello, se lo arrancó de un tirón. El diablo se levantó de un salto, vociferando y dispuesto a arrearle a la vieja; pero ésta logró apaciguarlo por tercera vez, diciéndole: - ¿Y qué puedo hacerle, si tengo pesadillas? - ¿Qué has soñado, pues? -volvió a preguntar, lleno de curiosidad. - He visto un barquero que se quejaba de tener que estar siempre bogando de una a otra orilla, sin que nadie vaya a relevarlo. ¿Quién tiene la culpa? - ¡Bah, el muy bobo! -respondió el diablo-. Si cuando le llegue alguien a pedirle que lo pase le pone el remo en la mano, el otro tendrá que bogar y él quedará libre. Teniendo ya el ama los tres cabellos de oro y habiéndole sonsacado la respuesta a las tres preguntas, dejó descansar en paz al viejo ogro, que no se despertó hasta la madrugada.

Marchado el diablo, la vieja sacó la hormiga del pliegue de su falda y devolvió al hijo de la suerte su figura humana. - Ahí tienes los tres cabellos de oro -díjole-; y supongo que oirías lo que el diablo respondió a tus tres preguntas. - Sí -replicó el mozo-, lo he oído y no lo olvidaré. - Ya tienes, pues, lo que querías, y puedes volverte. Dando las gracias a la vieja por su ayuda, salió el muchacho del infierno, muy contento del éxito de su empresa. Al llegar al lugar donde estaba el barquero, pidióle éste la prometida respuesta. - Primero pásame -dijo el muchacho-, y te diré de qué manera puedes librarte-. Cuando estuvieron en la orilla opuesta, le transmitió el consejo del diablo: - Al primero que venga a pedirte que lo pases, ponle el remo en la mano.

Siguió su camino y llegó a la ciudad del árbol estéril, donde le salió al encuentro el guarda, a quien había prometido una respuesta. Repitióle las palabras del diablo: - Matad la rata que roe la raíz y volverá a dar manzanas de oro. Agradecióselo el guarda y le ofreció, en recompensa, dos asnos cargados de oro. Finalmente, se presentó a las puertas de la otra ciudad, aquella en que se había secado la fuente, y dijo al guarda lo que oyera al diablo: - Hay un sapo bajo una piedra de la fuente. Buscadlo y matadlo y volveréis a tener vino en abundancia. Dióle las gracias el guarda, y, con ellas, otros dos asnos cargados de oro.

Al cabo, el afortunado mozo estuvo de regreso a palacio, junto a su esposa, que sintió una gran alegría al verlo de nuevo, y a la que contó sus aventuras. Entregó al Rey los tres cabellos de oro del diablo, y al reparar el monarca en los cuatro asnos con sus cargas de oro, díjole, muy contento: - Ya que has cumplido todas las condiciones, puedes quedarte con mi hija. Pero, querido yerno, dime de dónde has sacado tanto oro. ¡Es un tesoro inmenso! - He cruzado un río -respondióle el mozo- y lo he cogido de la orilla opuesta, donde hay oro en vez de arena. - ¿Y no podría yo ir a buscar un poco? -preguntó el Rey, que era muy codicioso. - Todo el que queráis -dijo el joven-. En el río hay un barquero que os pasará, y en la otra margen podréis llenar los sacos.

El avaro rey se puso en camino sin perder tiempo, y al llegar al río hizo seña al barquero de que lo pasara. El barquero le hizo montar en la barca, y, antes de llegar a la orilla opuesta. poniéndole en la mano la pértiga, saltó a tierra. Desde aquel día, el Rey tiene que estar bogando; es el castigo por sus pecados. - ¿Y está bogando todavía? - ¡Claro que sí! Nadie ha ido a quitarle la pértiga de la mano.

Y Colorin Colorado...

Ahora un videillo para endulzar este cuento

martes, 17 de noviembre de 2009

Cuento Lechero


LA LECHERA Samaniego

Llevaba en la cabeza una lechera el cántaro al mercado con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte ¡Yo si que estoy contenta con mi suerte! Porque no apetecía más compañía que su pensamiento, que alegre le ofrecía inocentes ideas de contento. Marchaba sola la feliz lechera,
y decía entre sí de esta manera:

«Esta leche vendida, en limpio me dará tanto dinero, y con esta partida un canasto de huevos comprar quiero,
para sacar cien pollos, que al estío merodeen cantando el pío, pío». «Del importe logrado de tanto pollo mercaré un cochino; con bellota, salvado, berza, castaña engordará sin tino; tanto que puede ser que yo consiga ver como se le arrastra la barriga». «Llevarélo al mercado: sacaré de él sin duda buen dinero; compraré de contado una robusta vaca y un ternero, que salte y corra toda la campaña, hasta el monte cercano a la cabaña».

Con este pensamiento enajenada, brinca de manera que a su salto violento el cántaro cayó. ¡Pobre lechera! ¡Qué compasión! Adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero. ¡Oh loca fantasía!, ¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría; no sea que saltando de contento, al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre tu cantarilla la esperanza. No seas ambiciosa de mejor o más próspera fortuna; que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro: mira que ni el presente está seguro.
Y colorin colorado...
Definiciones de Fábula en la web

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cuentos Ignorantes


A continuación dos cuentos orientales sobre la ignorancia.

Ignorancia. Nº 1.

Después de haber saqueado una ciudad, un hombre estaba tratando de vender una valiosa alfombra, parte del botín:

“¿Quién me da cien piezas de oro por esta alfombra?”, gritaba el hombre por las calles del pueblo.

Habiendo realizado la venta, se le aproximó al vendedor un compinche del saqueo y le preguntó:

“¿Porqué no pediste más por esa incalculable alfombra?”

El individuo le respondió:

“¿Pero es que existe un número mayor que cien?”

Y colorin Colorado....


Ignorancia. Nº 2.

Una comunidad, pidió a un sabio que les impartiese enseñanza en forma de discursos, ya que no concebían otra forma de aprendizaje. Después de mucho insistir, éste accedió.

Dirigiéndose a la asamblea, preguntó:

“¿Saben de que voy a hablar en el discurso de hoy?”

No -Contestaron todos al unísono-

“Pues, si no saben siquiera de lo que voy a hablarles, ¿cómo van a aprender nada? -dijo el sabio antes de marcharse-

Los miembros de la comunidad volvieron a buscarlo.

El sabio preguntó de nuevo a la asamblea cuando regresó:

“¿Saben hoy de que les hablaré?”

Sí -Contestaron ésta vez habiéndose puesto previamente de acuerdo-

“Pues si ya saben de que voy a hablar, no me necesitan” replicó el maestro, y volvió a marcharse.

Nuevamente lo convencieron los miembros de la comunidad para que hablase, esta vez concluyeron que lo mejor sería contestar unos, que sí sabían de lo que hablaría y otras que no, en caso de que volviese a preguntar.

En efecto, reunidos todos esperando el discurso del sabio, éste preguntó:

“¿Y hoy saben de que les hablaré?”

“Unos sí lo sabemos y otros no” -respondieron-

“En este caso” -dijo el maestro-, “que los que saben instruyan a los que no lo saben”.

Dicho lo cual, se marchó y no regresó más. Y Colorin Colorado...

LA OTRA CARA DE LOS CUENTOS INFANTILES. Estrella Cardona Gamio

sábado, 14 de noviembre de 2009

Cuento "Indio"


Cómo el cervatillo recibió su camisa moteada
Cuento Tradicional Lakota. Traducción de Cheryl Harleston

Tawíyela estaba muy nerviosa y trastornada. Ella buscaba por aquí y por allá el peligro escondido en las sombras de los cerezos silvestres y los retoños de sauce a lo largo del lecho del riachuelo. Tachínchala, su bebé, apenas tenía unos cuantos minutos de nacido, y el corazón de Tawíyela latía tan fuerte como un tambor de guerra, preocupada por él. Su esposo, Tájcha, también vigilaba, observando lo más que podía desde el acantilado, cuidando a su familia abajo.

"Oh Gran Creador, deseo sinceramente en mi corazón una manera de proteger a mi cervatillo recién nacido," suplicó la madre, mientras lavaba a su bebé con la lengua. "Tú les ha dado a todos los padres de las criaturas de esta tierra algún tipo especial de protección para sus bebés cuando nacen. El bebé del búfalo puede correr inmediatamente y ocultarse entre sus padres, tías, tíos y primos en el círculo interior seguro de la manada. Lo mismo puede decirse de los grandes alces, cuyas abuelas suenan la alarma y arrastran incluso a los muy jóvenes a la seguridad. Las ovejas tienen pequeños que puede correr al acantilado más alto casi tan pronto como nacen. Y el bebé del antílope es tan ligero de pie que puede huir con su madre del peligro casi antes de que ella termina de lavar su cara.

Mi esposo y yo tememos por nuestro propio bebé, pues no tiene tales habilidades. El y yo podemos correr y saltar huyendo de cualquier amenaza, pero nuestro hijo es débil y de patas tambaleantes, y no tiene fortaleza para salir corriendo. Oh Gran Creador de todas las criaturas, por favor escucha nuestra súplica y danos alguna manera para salvar a nuestro hijo de quienes quieren convertirlo en comida."

Con esto, el Creador de todas las cosas detuvo lo que estaba haciendo y bajó a la tierra para ver qué podía hacer. Su corazón se había conmovido por los rezos sinceros de la madre ciervo y decidió acoger su pedido.

Se apareció como un gran viento que ahuyentó a todos los depredadores que habían estado escondidos en las sombras. Fueron enviados lejos para que no pudieran ver ni oír ni saber de ninguna forma qué plan idearía el Creador para ayudar a la familia ciervo a proteger a su bebé.

Entonces llamó a Tawíyela y Tájcha y se paró sobre el pequeño Tachínchala, quien acababa de caer en una mata de bayas. "Este bebé ciertamente necesita ayuda," dijo el Creador. "Esto es lo que haremos. Tráiganme una piel de ante que sea tan suave como pluma de ganso. Tráiganme sus botes de pintura y también todas sus bolsas de pigmento en polvo."

El ciervo padre brincó por los árboles para reunir todos los artículos que solicitaba el Creador, mientras que la madre se quedó resguardando a su bebé. El Creador se inclinó sobre el pequeño bebé que yacía tendido a sus pies. Tomó un inhalación profunda y luego exhaló con fuerza. Los árboles se mecieron con el aliento del Creador. Luego tomó otra inhalación más profunda aún, tan profunda y tan poderosa que aspiró todo el olor de la piel del cervatillo. Ni una sola hoja tembló en el Gran Silencio del Creador, y ni siquiera una brisa minúscula de su aliento volvió a salir de su boca.

Tájcha corrió veloz a través de las cañas del sauce, abriéndose camino entre las ramas secas al lado de los pinos en su urgencia por traer al Creador lo que había pedido. La piel de ante estaba atada alrededor de su cuello, y sus ollas de pintura y bolsas de pigmento en polvo estaban atadas a su rabo, pues sus astas todavía no habían brotado lo suficiente y por lo tanto no podían hacer el trabajo. Ofreció los artículos con gran respeto al Creador, cantando conforme lo hacía una pequeña plegaria de gracias. "Pilámayaye, Wakán Tanka," cantó. "Pilámayaye, Wakán Tanka."

El Creador de todo el cielo y la tierra midió al bebé con su gran mano. Entonces tomó un pedazo de piedra de la tierra a su lado y cortó la mullida piel de ante al tamaño. Le indicó a Tawíyela que cortara algunas tiras y le pidió que atara los costados, mientras mezclaba los pigmentos cuidadosamente en las ollas. Tomó un poco de negro del carbón de muchos fuegos, un poco de café de la tierra, un poco de blanco del saquillo del padre, añadiendo un poco de amarillo cremoso y una pizca de rojo sagrado.

Entonces el Gran Pintor dio unos golpecitos con estas pinturas sobre la camisa del bebé. Cuando terminó, pidió a la madre que metiera la camisa sobre la cabeza del bebé para cubrir su dorso y sus costados. "Asegúrense de que sus hijos e hijas vistan esta camisa de ahora en adelante," dijo el Creador, "e indíquenles que se queden tranquilos en dondequiera que los pongan, sin moverse ni hacer ruido. Mientras ellos obedezcan sus instrucciones estarán seguros, pues ahora son invisibles para quienes rondan en el bosque, y no tienen olor alguno que los delate ante sus enemigos."

Y por eso el cervatillo viste una camisa moteada hasta que es lo bastante grande y fuerte para que los lobos no se lo puedan comer. Y colorin colorado....

Glosario de palabras Lakota:

Tawíyela ~ Venada
Tachínchala ~ Cervatillo
Tájcha ~ Ciervo
Pilámayaye ~ Gracias
Wakán Tanka ~ El Gran Creador

INDIA/REUTERS. Polvorientas ciudades y aldeas se convierten en un breve derroche de color cada año en el desierto estado de Rajasthan en India, cuando miles de parejas hindúes dan el sí y buscan la bendición del señor Vishnu.