domingo, 24 de enero de 2016

CUENTO RISUEÑO

EL ÁRBOL DE LAS RISAS. Mariana Ramos. Buenos Aires
Hace muchos años existía un famoso pueblito, alejado de la ciudad, llamado Glabilú . En el medio de la única placita que tenía, había un árbol, con hojas grandes, chicas, medianas, verdes, rojas, amarillas, celestes y muchos colores más. No sólo era hermoso, sino que regalaba sonrisas a toda la gente.

Cada vez que alguien se sentía un poquito triste, se iba hasta la plaza, se acercaba al árbol y automáticamente se empezaba a reír. Para los chicos, Risitas, que así lo llamaban a su árbol, era un amigo más. Esperaban ansiosos que llegara la tarde para poder ir a jugar junto a él. Se trepaban en sus ramas, le cantaban canciones, se divertían mucho. Una noche, el Señor Gogó, que era del pueblito vecino, fue hasta la placita. Miró para todos lado, se fijo que no hubiese nadie, y se acerco al árbol en puntitas de pie. Era un hombre muy malo y serio, y no le gustaba que sus vecinos siempre estuvieran alegres. Entonces, empezó a arrancarle las coloridas hojas a Risitas y a patearle su tronco ¡con mucha bronca!. El pobre árbol empezó a reír cada vez menos... hasta dejarlo de hacer por completo. Y cuando lo hizo, el Señor Gogó se fue satisfecho a su pueblo.

A la mañana siguiente el árbol amaneció enfermo, casi muerto. La gente se puso muy triste cuando lo vio, y la risa desapareció de sus caras. Entre ellos se miraban y se preguntaban: ¿qué le habrá pasado? ¿quién lo lastimó?. Se pusieron a juntar sus hojitas, a cuidarlo, a regarlo, pero Risitas seguía igual. Hasta que un día, decidieron que la forma para curarlo era darle lo mismo que el siempre les dio a ellos: RISAS. Se juntaron todos, hicieron una ronda alrededor del árbol, se agarraron de las manos y empezaron a reír. Y rieron cada vez más fuerte, tan fuerte que hasta la tierra comenzó a vibrar. Risitas empezó a tomar vida, le volvieron a salir sus coloridas hojas y con ellas, su alegría. Empezó riéndose bajito, casi no se lo oía, pero terminó riéndose tan alto que hasta contagió al Sol. Comenzaron a crecer muchas y muchas flores a su alrededor y se formó un arco iris, el más bello que habían visto en toda su vida.

La risa empezó a contagiar a los pueblos vecinos y llegó hasta la casa del Señor Gogó, y sin darse cuenta, de sus labios, comenzaron a salir risas. 

Y colorín, colorado....

sábado, 16 de enero de 2016

CUENTO MATRIMONIAL

UNA BODA DE HADAS. Rinconcito Mágico

En un pequeño pueblecito entre montañas llamado Rainbow apareció un buen día una niñita abandonada junto al río. Envuelta en una manta de flores tiritaba de frío, cuando la encontró un hombre con fama de hechicero que andaba buscando hierbas medicinales.

Muy contento, la llevó a su hogar y decidió criarla como hija propia. La llamó Vida. La niña creció y ante los ojos de todo el mundo parecía un ser especial porque sus juegos favoritos eran cuidar las plantas y los árboles: Semilla que sembraba, semilla que se convertía en los más hermosos frutos. Decía la gente que seguro que era algo bruja aunque parecía un hada.

Este era otro de sus juegos favoritos: La danza de las hadas en el bosque o en el prado. Todos los niños querían acompañarla siempre en sus aventuras porque todas tenían algo mágico. También le gustaba bordar sus vestidos con motivos florales y siempre resultaba ser la más guapa allá donde iba.

Pero Vida no era completamente feliz. Tenía muchos aspirantes a su mano y, como no estaba enamorada de ninguno, les puso una prueba y aquel que la superara se convertiría en su esposo. "SÓLO SE CASARÍA CON EL HOMBRE QUE PUDIERA DECIRLE CUÁL ERA SU ORIGEN"

Pasó el tiempo...Todos preguntaban aquí y allá intentando conocer quiénes habían sido sus padres y por qué la abandonaron...pero sin resultado. Un día caminó muy triste y pensativa hasta llegar al bosque: "¡Sssshhh, sshhh...!", oyó un susurro que la llamaba.

¡Qué susto se llevó! Arriba en un árbol había un ser bellísimo y con alas... "¡Sube hasta aquí, Hija de la Vida!" "¿Me conoces?", preguntó la joven muy sorprendida. "¡Claro, eres la hija del amor de un hada por un hombre! Ella perdió sus alas cuando se casó con él. Fueron desterrados, pero vivieron muy felices hasta que un día hubo un incendio en el bosque y tuvieron que huir de las llamas; supimos que ellos habían muerto y que tú fuiste recogida por un mago que te crió. El hada reina pensó que sería lo mejor para ti!".

Vida se sintió muy feliz y triste al saber que sus padres ya no vivían. El joven, llamado Hart, la llevó a conocer a las hadas. El amor había nacido en ellos y esta vez la alegría fue general: Se fue a vivir al mundo de las hadas y, de vez en cuando, bajaba al pueblo para ver y ayudar a su padre a curar a la gente. Su boda fue sonada porque en pleno invierno todo floreció. La gente hablaba de milagro...pero la naturaleza quiso hacer un regalo a aquellos seres tan llenos de Amor. El baile y la fiesta duraron toda la primavera. Dice la gente que en las noches claras se puede ver la danza de los enamorados.

Y Colorín Colorado

lunes, 4 de enero de 2016

CUENTO AÑO NUEVO

UN  AÑO  NUEVO . Pancho Aquino

Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.

- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.
Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo.

Y bueno, todas esas son cosas muy importantes.

Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.

¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles. ¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.

Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta los últimos minutos del último día del año.

Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía: "Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor: sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.

Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.

Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".

Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.

Y Colorín colorado el cuento y el 2015  han terminado!