domingo, 26 de abril de 2015

CUENTO FRIOLENTO

SEDNA LA MADRE DE LAS FOCAS BLANCAS. Blog:La  Cometa  de  los  Cuentos.

Hace mucho tiempo en la tierra de los esquimales existió una muchacha muy joven y hermosa llamada Sedna. No tenía muchos amigos. Un día vio desde su cabaña un magnífico barco que era capitaneado por un apuesto y rico embajador extranjero, el cual se enamoró inmediatamente de ella. Después de haberla seducido con palabras llenas de promesas y tesoros, se marchó con el desconocido.

La muchacha cayó en una terrible desesperación al conocer la verdadera identidad del cazador que no era más que un pájaro mágico que tenía la facultad de cambiar de forma y fue así cómo la engañó. Mientras tanto, su padre al saber de la repentina desaparición de su hija, se aventuró a través del océano hasta que dio con ella. Cuando la encontró, Sedna estaba sola y aprovecharon para huir de allí.

Pero cuando el perverso pájaro regresó, y se percató de la partida de su amada, enfureció y partió tras ella. El pájaro con sus poderes mágicos desencadenó una rabiosa tempestad al ver que el padre se negaba a devolverle a Sedna.

Así el anciano comprendió de qué se trataba todo aquello. Pero no podía hacer nada para evitar que los atrapara porque el ave era más poderosa. Sedna también se dio cuenta y se lanzó por la borda para salvar a su padre. Su acto de bondad la convirtió en una preciosa foca blanca. Ella es la madre de todas las que hoy existen y, muchas veces, sale a la playa a ver si hay alguien bueno que va a buscarla.


Y Colorín Colorado..

sábado, 18 de abril de 2015

CUENTO ESTELAR

UNA ESTRELLA FUGAZ EN EL CIELO. Escritora Peruana.

Había una vez una estrella pequeña, alegre, juguetona e inquieta pero que a su vez era desobediente, pues muchas veces no hacía caso de las indicaciones que le daba sus papás. Existía una advertencia que era sabida por todas las estrellas pequeñas: no salir de casa a pasear por el firmamento sin estar acompañados por una estrella mayor, para ser guiados en medio de la vía láctea.

La estrella pequeña que muy bien sabía de ello, le daba mucha curiosidad por hacer sola un viaje por el firmamento, que le permitiera ir mucho más allá de lo impensable: ¿Cómo será darse una vuelta de un planeta a otro? ¿Qué será de Júpiter? ¿Podré girar en los satélites de Saturno? ¿Podré visitar la Tierra? Con tantas y más preguntas emprendió un largo viaje interplanetario, salió de casa, sin que sus padres se dieran cuenta, enrumbó volando velozmente, disfrutando con muchas vueltas por miles y miles de estrellitas que dormitaban en media noche.

¡Ahhh, esto si que es vida! Volar sin control, sin que nadie me reclame, ¡es lo máximo! –se decía así la estrellita que quería sentirse como la estrella más grande. Así es, como volando muchas horas pudo ver de cerca a casi todos los planetas, solo le faltaba el planeta tierra, que al encontrarlo muy emocionada se fue enseguida a toda viada, tan pero tan rápido que perdió el control, chocando contra un gran asteroide cayó precipitosamente contra un nubarrón gigantesco, dando brincos sin parar , toda magullada y mareada.

El Sr. nubarrón al verla en problemas quiso con sus copos darle cobijo, pero la estrellita no podía, seguía volando, sin cesar y sin parar. Oh quisiera detenerme, desearía volver a casa, auxilio, ayúdenme a regresar- se decía asustada llorando. Gritaba con todas sus fuerzas, pero nadie llegaba en su ayuda. Solo el hada de las estrellas, que al verla en peligro se acercó hacia ella para detener lentamente la excesiva velocidad en la que iba y le dijo: Estrellita pequeña ¿Por qué huyes de casa desobedeciendo a tus padres? ¡Ahora ya no podrás volver! Hada de las estrellas, por favor, se lo suplico, quiero volver con ellos y prometo ser obediente y no hacerlos enojar. Estrellita pequeña es demasiado tarde, ya nada puedo hacer por ti, desde el momento que decidiste emprender este largo viaje has buscado tu propio fin, pero no tengas miedo, porque yo te acompañaré a la mansión donde está el Gran Rey de la estrellas, es allí donde morarás a partir de ahora.

No me dejes ir Hada de las estrellas, sin despedirme de mis padres y decirles que los amo – dijo tristemente estrellita pequeña. Es mi último deseo –dijo casi sollozando. No estrellita, solo podrás aparecer por un breve instante, casi fugaz, serás vista por toda la vía láctea y por todos los habitantes del planeta tierra, esa será tu despedida. Fue así, que estrellita alistó sus pocas energías y por un breve instante apareció más hermosa que nunca, fue contemplada por la vía láctea y por cada ser humano que mirase al cielo: Por última vez, la más pequeña de las estrellas nuevamente se sintió la más grande de todas contemplando el infinito espacio y con su luz acarició a sus padres con amor, pidiéndoles perdón por haber actuado incorrectamente y a los seres humanos les estrechó una alta dosis de buena suerte a quien la mirase.

Luego se partió en mil pedacitos, desapareciendo por completo en medio del firmamento. Y en medio de la nada, el Gran Rey de las estrellas recogió un rayito de luz que siempre brilla en un nuevo hogar. Fue así que ocurrió, y es así como sigue ocurriendo, cada vez que tu vez una estrella pequeña, traviesa y fugaz en el cielo es porque ella ha viajado a su destino final y en ese esfuerzo por despedirse descarga su última energía y deseo por ser vista por la vía láctea y por los seres que habitan en la tierra. Si tienes oportunidad de verla contémplala y únete a ella con un gran y buen deseo, que de seguro se cumplirá.

Y Colorín Colorado

domingo, 5 de abril de 2015

CUENTO TETERO

LOS BIBERONES DEL SOL Y DE LA LUNA. Ana Molano. Escritora colombiana radicada en Italia.


El sol se despierta muy temprano en la mañana, desayuna y sale para alumbrar a todo el mundo. El día entero brilla y calienta sin parar y al final de la tarde, cuando comienza a sentir mucho sueño sus amigos, los peces del océano del lago y del río le preparan un biberón grande grande.

El sol está cansado y quiere irse a dormir, pero antes de acostarse saluda a su amiga la luna que está preparándose para salir. Al contrario de su amigo sol, la luna ha descansado todo el día y está lista para salir a alumbrar en la oscuridad de la noche.

"¡Hola luna! tú estás lista para salir, yo en cambio me preparo para irme a dormir"- dijo el sol. "Mis amigos los peces me están preparando un biberón grande y delicioso. ¿A ti también te gusta tomarte un biberón antes de irte a dormir?"- le preguntó el sol. "¡Sí!, yo adoro tomarme un biberón caliente antes de acostarme, a mi me lo preparan los árboles y las flores" – contestó la luna.

Preparar los biberones del sol y de la luna no es nada fácil. Cuando deben preparar el del sol llaman a las ballenas y a los pulpos que con sus muchos tentáculos son capaces de sostenerlo y no dejarlo caer mientras las ballenas rápidamente lo llenan con tanta leche y galletas.

Para preparar el de la luna llaman a los girasoles y a los tulipanes que se encargan de ayudar a meter adentro las nueces de coco que las palmeras dejan caer al ritmo de la música. ¡Son los biberones más ricos y más grandes que existen!

Y Colorín Colorado