sábado, 28 de marzo de 2015

CUENTO OBEDIENTE

LA MISIÓN DE LOS ANGELITOS


Ese día en el cielo, un grupo de ángeles estaba pintando el arco iris. Uno de ellos, Valentín, colgado de una estrella, se balanceaba con el pincel en la mano. Otro, Juanito, para hacer más rápido, se tomó de la cola de un cometa y en un santiamén aplicó el color amarillo. Sobre una nube, otro angelito, llamado justamente, Justo, un poco regordete, repasaba los bordes para que el trabajo quedara perfecto, De repente oyeron el tañir de una campana. Era un llamado urgente de Dios, Los tres se deslizaron a través del arco iris para llegar rápido ante la presencia del Señor, Dios, se puso de pié frente a su trono celestial y les dijo:-Voy a necesitarlos. Los angelitos estaban locos de contentos, Por fin tendrían una misión importante.

El Señor, que podía leer sus pensamientos les dijo: Una tarea trascendente, de vital importancia, pues se ha perdido un gato llamado Loló, Los angelitos se miraron asombrados, ¿un gato? ¿tarea trascendente? Dios insistió: Hay un niño, llamado Joaquín que está muy triste porque ha perdido su gato y ustedes van a ayudarme a devolverle la alegría a ese pequeño, Joaquín es un niño muy solitario, le cuesta hacerse de amigos y su gato lo espera cuando llega de la escuela y lo acompaña mientras estudia, él lo alimenta y lo cuida, le arma pelotitas para jugar y así se entretiene cuando está solo.

Pero un día, cuando el gato estaba solo, salió a pasear y se alejó tanto de su casa que ya no puedo encontrar el camino de regreso. Joaquín llora porque lo extraña mucho y el gatito tampoco la está pasando muy bien.-explicó Dios a sus ángeles y, como en secreto, les sopló palabras a los oídos de cada uno, cuando terminaron de escuchar las indicaciones corrieron alegres, agitando sus alas a cumplir su importante misión. Valentín encontró a Loló temblando de frío, asustado y con hambre, en el umbral de una vieja casa abandonada y lo acurrucó con sus alas para darle calor, a pocas cuadras de allí, Lily, caminaba apresuradamente de la mano de su madre, Juanito vio que Lily era una niña buena y cariñosa y le susurró palabras al oído, Lily entonces se dirigió a su madre y le pidió: ¿Mami, podemos pasar a ver la vieja calesita? Pero Lily, si hace años que está cerrada, tenemos que desviarnos dos cuadras y sabes que estoy apurada, la niña, obediente, comprendió que su madre tenía razón, pero Juanito volvió a inspirarle palabras al oído con insistencia, Lily, entonces dijo: por favor mami, es un minuto nada más, tengo tantas ganas de volver a verla.

La madre, que no podía negarle nada a su hija si se lo pedía con tanta ternura, accedió finalmente darle el gusto, está bien, pero rápido porque tengo que preparar la comida y tu padre debe estar por llegar a casa, y así madre e hija desviaron su recorrido hasta llegara la vieja calesita. Qué tristeza le produjo a Lily verla en ese estado de abandono, los vibrantes colores que ella recordaba ya no existían y tampoco los animales de madera donde ella se ubicaba para girar y girar mientras sonaba una música de organito, Lily se quedó pensativa y triste, ya que esa imagen era tan distinta a la de sus recuerdos felices.

De pronto escuchó un largo Miauuu, viniendo de una casa vecina y corrió a ver de qué se trataba, mira mami que hermoso gatito, si es un gato muy hermoso, debe tener dueño, fíjate que tiene un collarcito con una medalla que dice Loló, y si está perdido…¿puedo llevarlo a casa? Lily- respondió la madre, ¿cómo se te ocurre llevar un animal a casa?. Camilo, viendo que la situación se ponía difícil, abandonó a Loló que inmediatamente comenzó a temblar de frío sin el abrigo de sus alas y Juanito intentó a inspirarle deseos de ternura y protección a la madre de Lily, pobrecito, está temblando, dijo Lily, debe tener frío y hambre, está bien, lo llevamos a casa, pero tienes que prometerme que vas a tratar de encontrar a su dueño; la cara de Lily se transformó en una sonrisa y tomando a Loló en sus brazos lo abrigó con el calor de su cuerpo y el gatito, aunque no la conocía le devolvió un largo Miauu agradecido, llevaron a Loló a su casa, lo alimentaron y le armaron una camita para que estuviera cómodo.

La mamá le tomó fotos al gato, armaron muchas fotocopias con la cara del gatito y el único dato de que disponían: el nombre, luego recorrieron el barrio pegando las fotocopias en la calle y en los comercios con la esperanza de hallar a su legítimo dueño, Valentín y Juanito, habían cumplido su cometido pero el dueño no aparecía porque el gatito se había alejado mucho de su casa, Justo, el ángel regordete, sabía que la abuela de Joaquín, a quién él llamaba cariñosamente Bobó, acostumbraba ir a una peluquería muy cerca de la casa de Lily pero no iba muy seguido porque no disponía de muchos ingresos y la peluquería era para ella un gasto superfluo.

Esa semana, Bobó, había invitado a Joaquín a almorzar, porque sabía que estaba triste y quería distraerlo preparándole su comida favorita, Justo llevó a Bobó frente al espejo y la hizo verse fea y desgreñada, pensó que su nieto no se sentiría feliz al verla con ese aspecto y decidió hacer una visita a la peluquería, Bobó pidió que le cortaran el cabello, le hicieran el color y le arreglaran las uñas de las manos, se sentía mucho mejor, cuando se disponía a pagar, vio la fotocopia sobre la vidriera con la foto de Loló, no podía creerlo, ahora su alegría era completa, ni bien llegó a su casa, llamó a Lily para concertar el encuentro, cuando Joaquín y sus padres llegaron a la casa de Bobó, la mesa estaba preparada para almorzar; tengo una sorpresa, te hice empanaditas de atún, pastel de papas y postre de chocolate, tu comida preferida, dijo Bobó con una sonrisa más grande que su propia boca, Joaquín sonrió y la abrazó agradecido, estaba contento con su abuela pero su compañero de juegos no estaba a su lado y lo extrañaba mucho.

Cuando estaban a punto de disfrutar el postre, sonó el timbre, ¿Quién será a esta hora? Preguntó Joaquín, ¡tengo otra sorpresa para vos! -respondió Bobó, acompáñame a la puerta, espero que no haya comprado juguetes, pensó Joaquín. Valentín, Juanito y Justo ya se habían acomodado junto a la puerta, no se querían perder por nada del cielo la cara de sorpresa y alegría de Joaquín, cuando abrieron la puerta, allí estaban: Lily con Loló en brazos y sus padres acompañándola, Joaquín estalló en un grito de alegría, Loló lo reconoció al instante, y de un salto se acomodó en sus brazos lamiéndole la cara, las dos familias festejaron el encuentro saboreando el postre de la abuela. Joaquín y Lily se hicieron amigos y de allí en más, cuando Joaquín visitaba a su abuela, Lily estaba invitada a jugar.

Los ángeles regresaron al cielo con la satisfacción de haber cumplido su misión, y felices se dispusieron a pintar unas nubes de color caramelo para celebrar el reencuentro.


Y Colorín Colorado

sábado, 21 de marzo de 2015

CUENTO CONTADO

EL CUENTERO QUE SE EQUIVOCÓ


En el país de las maravillas, habitan todos los seres maravillosos, brillan por su inteligencia y su bondad, es ahí donde nacen las maravillas. 

Dentro de las muchas maravillas, encontramos los cuenteros, seres preciosos que nacen para hablar y entretener un publico, hasta que todos queden maravillados de la gracia y el ingenio de su cuentero.

En un hermoso día de cuentos maravillosos llego el narrador, el mejor, el más autorizado el que si debía contar un cuento, puesto que se celebraba el gran día del cuento. Todos los cuenticos lo esperaban con ansiedad , era el día del aprendizaje de la enseñanza nadie se lo podía perder de repente… apareció en medio de aplausos manifestaciones de halagos, fue tanta la algarabía que… se descontrolo , se enrojeció y se puso tan nervioso que se le olvido… 

entonces, un cuentico chiquitico en medio del descontrol se paro y dijo:- El día del gran cuento llego, el día de la enseñanza empezó y nosotros cuenticos bonitos, pequeñitos debemos tomar nuestra responsabilidad, desde hoy contaremos cuentos, seremos aplaudidos y recibiremos halagos. Gracias, señor cuentero por la enseñanza de hoy, por empujarnos a ser, tomaremos la batuta, seremos los cuenteros y cuentos del país de las maravillas.

En ese instante, el señor cuentero entendió la enseñanza que dio rió, lloró y agradeció a sus alumnos por tan madura decisión. 


Y colorín colorado... 

sábado, 14 de marzo de 2015

CUENTO TORTUGA

LA TORTUGA DE COLORES. Milia Gayoso Manzur


Felipa estaba harta de su color. «¿Por qué todas las tortugas tienen ese tono verde musgo tan hermoso y yo soy casi anaranjada?», se quejaba a su madre. Su fama trascendió las fronteras de la comarca. Animales de todas las especies venían hasta Villa Tres troncos a observar a la rarísima tortuga «pelirroja», la única de esa clase en toda esa gran región del Chaco.

«Mamá, me voy a ir lejos», amenazaba la arisca tortuguita mientras su mamá procuraba tranquilizarla. Consultadas las tortugas más ancianas de la comarca sobre algún antecedente parecido, nadie recordaba semejante color. La gran tortuga médica llegó a la conclusión de que la mamá de Felipa había mirado demasiado tiempo el sol y que por ello su color influyó en su pequeña hija.

En la escuela para tortugas, armadillos y comadrejas de Tres troncos, Felipa era la «rara», y aunque sus amiguitas trataban de convencerla de que era hermosa, especialmente por ser diferente a los demás, Felipa se deprimía cada día más.

Su mamá comenzó a preocuparse cada día más por su pequeña, entonces consultó con el consejo de ancianas para ver qué solución podía encontrar para que Felipa no se sintiera tan triste. Fue por entonces que apareció por la comarca una comadreja que acababa de llegar de la ciudad. ¡Tenía los pelos del color de las flores del ceibo!

Ramona, la mamá de Felipa, hizo amistad con ella y le preguntó cómo se había pintado así. Con el secreto danzando en su corazón, recorrió el monte buscando plantas y flores de diversos tonos, para hacer con ellos los tintes con que pintar a su hija.

Cuando le preguntó a Felipa en qué color quería ser pintada, ella exclamó: ¡Con todos! El resultado fue una preciosa tortuga de colores que parecía un monte en flor.

Desde ese día, caminó por los senderos de Tres troncos luciendo en su caparazón los alegres tonos de ceibos, caraguatás, aromitas, espinillos y flores de camalotes y rupés. Las demás tortugas levantaban sus cabecitas para admirar su belleza.


Y Colorín Colorado..


domingo, 8 de marzo de 2015

CUENTO ACARICIADOR

EL CUENTO DEL VIENTO. Lex Guerrero


El gran cielo brilla en color azul intenso, las nubes corren haciendo y deshaciendo las caprichosas figuras de algodón, que son llevadas por el viento, invisible y sin sabor, mas sin embargo lleva los aromas de las flores rosas, blancas, amarillas de los mil colores que desprende la tierra fértil lejos de los hombres.

En la colina una boca que suelta una voz de tenor, hechiza al oír la suave y uniforme melodía, que es llevada por el viento. Las notas vuelan al compás de la canción, viajan sobre los verdes prados de la esperanza, caen suavemente en la tierra para ser depositado en el vientre de la madre naturaleza.

La semilla germina y despierta alzando los brazos para ser acariciados por el viento, el árbol de las mil manos, verdes e imposible de agarrar, tocar o acariciar, aunque toca de vez en cuando una ardilla o un gusano, que sin embargo el único consuelo es el viento por que lo toca, acaricia, pero es intangible que no puede soñar con una forma real.

El árbol acaricia el viento para ser llevada por el mundo y ser recibida en algún corazón roto al igual que el. Corren ante el cielo azul, acaricia cada rostro, cada cuerpo y en cada alma, sin ningún resultado, vuelve a ti tu única esperanza.
Aquella mañana el sol tiñe de luz a la bóveda celeste estrellado, ahí en donde siempre, el árbol deja caer la última hoja de su corazón. Mira al horizonte todo verde ahora es gris, las cejas pesan exprimiendo las lagrimales soltando agua que caen en las raíces salidas por el tiempo.

El viento sopla ¡Es diferente! ¡Es diferente! No es la misma caricia que encomiendo, una luz de mi interior se llena vibrando de alta frecuencia de mi verde esmeralda, se proyecta a lo lejos del horizonte. Una luz se acerca, parece bailar entre el cielo y la tierra, el viento sopla en mi cara diciendo que es para ti.
Tomando forma, simplemente imagínatelo, lo mas perfecto brilla hacia a ti, se acerca mas, cada vez mas, hasta que sus ojos se topan con los tuyos. ¡Dios! Esa luz me llena por completo, es el amor perfecto, el que he esperado siempre. 

Extendió su mano y la puso sobre la áspera mejilla, le acaricio y toda corteza se desapareció, bajaron dos aves y alzaron su sonrisa, las raíces se volvieron pies.
Los dos juntos caminando por el mundo, felices hasta que el día que se decida, volverán a la madre tierra. Así el viento lleva miles de caricias y besos para ser recogidos por las almas que brillan de esmeralda, para poder encontrar lo más deseado en sus vidas. ¡Suerte, corazón afligido! 

Y Colorín Colorado…


domingo, 1 de marzo de 2015

CUENTOS DE COLORES

LAS  MARIPOSAS  SON  DE  COLORES


Las mariposas son de colores cantaba una mañana el señor jardinero -y las flores son de colores laralala pero los cantos también yo si que se laralala.

Era su canción favorita pero el jardinero no sabia, ni mucho menos se acordaba donde la había aprendido, el solamente cumplía su deber de cuidar el jardín.

Estando repitiendo lo que el no entendía escucho el susurro como de una voz melodiosa sorprendido quedó al ver una mariposa que llevaba el verde esperanza, el amarillo del hermoso sol y que me dices , Oh… sorpresa cuando le encontró el negro como de socavón. Le pregunto: ¿como puedes tú tan pequeño ser, llevar ese vestido que brilla al amanecer con tantos colores hermosos y todos te quedan bien?

Le contestó la mariposa -no me has dejado hablar, estás tan distraído, yo tengo que decirte: los habitantes del jardín me han comisionado para explicarte algunas cosas y entiendas tu labor. Eres dulce, bonachón y ante todo un gran señor, pero debes saber que algunas veces te distraes…cortas mucho allí, pisas duro allá, y crees que todo listo esta.

Nosotros habitantes del jardín, te queremos, te necesitamos, somos seres vivos y nos alimentamos, nuestro hogar es tuyo, aprende para quien es cada flor, y entona tu canción.

Las mariposas somos de colores, las libélulas también ,como te parece el compae gusano, caminando lentamente como si llevara un acordeón y mi madrina la araña con sus ocho patas tejedora incansable meciéndose en el aire con la melodía de aquel gorrión.

Todos somos de colores las rosas y todas las flores…-! ay ¡señor jardinero, tomémonos de las manos , hagamos un solo color ese que se llama amor-. 


Y Colorín colorado...