SOFIA Y EL HADA VIOLETA. Isabel 23
Érase una vez cuatro amiguitos, Sofía, Laura, Pablo y Hugo, que estaban en el parque con sus corre pasillos de moto haciendo una carrera. De pronto, Hugo tropezó con un objeto extraño y tuvo que parar. Dijo a los demás: “stop a la carrera, he tenido una avería”. Y los tres amigos fueron corriendo a donde él para ver que le había sucedido. El objeto con el que había chocado Hugo era realmente raro: era un cofre con paredes de espejo y colores brillantes. Pablo se apresuró a cogerlo, lo abrió y en ese momento ¡ZAS! una luz cegadora y de color entre lila y azul les iluminó a los cuatro y oyeron una voz que decía: soy el hada violeta y por haberme liberado os concederé a cada uno un deseo.¡Qué alegría y qué nervios! Sofía y Hugo no sabían que pedir. Laura y Pablo, que eran muy golosos, lo tenían bien claro. ¡Yo quiero comer tantas chuches como quiera!, dijo Laura. ¡Y yo lo mismo!, dijo Pablo. Dicho y hecho, al instante tenían ante sí una montaña de sus chuches preferidas. Empezaron a comer y a comer y a la de una hora habían comido tantas que les empezó a doler mucho la tripita y sólo tenían ganas de vomitar. Entonces se dieron cuenta de que su deseo había sido equivocado y quisieron pedir otra cosa, pero el hada violeta sólo concedía un deseo y se tuvieron que conformar y aguantar su dolor de tripita.
Hugo, al ver lo que les había ocurrido a sus amigos, decidió no pedir nada de comer. Lo pensó un poco y dijo: yo quiero que cuando llegue a casa tenga mi habitación llena de juguetes. Nada más pedirlo se fue corriendo a su casa y entró impaciente. Al abrir la puerta de su habitación le cayeron encima un montón de juguetes: su habitación estaba llena de ellos, tal como había sido su deseo; había tantos juguetes que no quedaba ni un hueco desde el suelo hasta el techo. Así que no se podía entrar a la habitación ni para jugar con ellos ni para dormir ni para nada. Hugo se dio cuenta de que su avaricia le había traicionado y quiso cambiar su deseo, pero el hada violeta sólo concedía uno.
Sofía, que era una niña muy inteligente y juiciosa le dijo al hada violeta si podía tomarse un tiempo para formular su deseo porque quería pensarlo y consultarlo con sus padres. El hada violeta le concedió un día de plazo para recapacitar. Sofía consultó a sus padres y estos sólo le aconsejaron que recapacitara y oyera a su corazón. Estuvo pensando y pensando. Pensó en pedir muchos vestidos, porque era muy presumida, pero se acordó de lo que les había pasado a sus amigos y decidió que no. También pensó en pedir mucho dinero para poder comprar todo lo que quisiera, pero una vez oyó decir a su abuela que el dinero no da la felicidad. Pensó y pensó y se dio cuenta de que lo que le hacía realmente feliz era estar con su familia y con sus amiguitos. Por eso decidió pedir al hada violeta estar siempre acompañada de ellos. Así formuló su deseo: “Hada violeta, deseo tener siempre a mi lado a las personas a las que quiero”. El hada violeta sonrió y le dijo: “tu deseo es muy hermoso y estoy encantada de concedértelo”. Y así lo hizo. Y desde entonces Sofía vive feliz y contenta al lado de sus seres queridos.
Y Colorín Colorado
Colombia. Limita al norte con el mar caribe, Al sur con ecuador y Perú Al noroeste con la republica de Panamá Al oriente con Venezuela y brasil Y al occidente con el océano pacifico
Yo, Al norte, al sur, al noroeste, al oriente y al occidente limito contigo. JAIRO ANIBAL NIÑO
Érase una vez cuatro amiguitos, Sofía, Laura, Pablo y Hugo, que estaban en el parque con sus corre pasillos de moto haciendo una carrera. De pronto, Hugo tropezó con un objeto extraño y tuvo que parar. Dijo a los demás: “stop a la carrera, he tenido una avería”. Y los tres amigos fueron corriendo a donde él para ver que le había sucedido. El objeto con el que había chocado Hugo era realmente raro: era un cofre con paredes de espejo y colores brillantes. Pablo se apresuró a cogerlo, lo abrió y en ese momento ¡ZAS! una luz cegadora y de color entre lila y azul les iluminó a los cuatro y oyeron una voz que decía: soy el hada violeta y por haberme liberado os concederé a cada uno un deseo.¡Qué alegría y qué nervios! Sofía y Hugo no sabían que pedir. Laura y Pablo, que eran muy golosos, lo tenían bien claro. ¡Yo quiero comer tantas chuches como quiera!, dijo Laura. ¡Y yo lo mismo!, dijo Pablo. Dicho y hecho, al instante tenían ante sí una montaña de sus chuches preferidas. Empezaron a comer y a comer y a la de una hora habían comido tantas que les empezó a doler mucho la tripita y sólo tenían ganas de vomitar. Entonces se dieron cuenta de que su deseo había sido equivocado y quisieron pedir otra cosa, pero el hada violeta sólo concedía un deseo y se tuvieron que conformar y aguantar su dolor de tripita.
Hugo, al ver lo que les había ocurrido a sus amigos, decidió no pedir nada de comer. Lo pensó un poco y dijo: yo quiero que cuando llegue a casa tenga mi habitación llena de juguetes. Nada más pedirlo se fue corriendo a su casa y entró impaciente. Al abrir la puerta de su habitación le cayeron encima un montón de juguetes: su habitación estaba llena de ellos, tal como había sido su deseo; había tantos juguetes que no quedaba ni un hueco desde el suelo hasta el techo. Así que no se podía entrar a la habitación ni para jugar con ellos ni para dormir ni para nada. Hugo se dio cuenta de que su avaricia le había traicionado y quiso cambiar su deseo, pero el hada violeta sólo concedía uno.
Sofía, que era una niña muy inteligente y juiciosa le dijo al hada violeta si podía tomarse un tiempo para formular su deseo porque quería pensarlo y consultarlo con sus padres. El hada violeta le concedió un día de plazo para recapacitar. Sofía consultó a sus padres y estos sólo le aconsejaron que recapacitara y oyera a su corazón. Estuvo pensando y pensando. Pensó en pedir muchos vestidos, porque era muy presumida, pero se acordó de lo que les había pasado a sus amigos y decidió que no. También pensó en pedir mucho dinero para poder comprar todo lo que quisiera, pero una vez oyó decir a su abuela que el dinero no da la felicidad. Pensó y pensó y se dio cuenta de que lo que le hacía realmente feliz era estar con su familia y con sus amiguitos. Por eso decidió pedir al hada violeta estar siempre acompañada de ellos. Así formuló su deseo: “Hada violeta, deseo tener siempre a mi lado a las personas a las que quiero”. El hada violeta sonrió y le dijo: “tu deseo es muy hermoso y estoy encantada de concedértelo”. Y así lo hizo. Y desde entonces Sofía vive feliz y contenta al lado de sus seres queridos.
Y Colorín Colorado
Colombia. Limita al norte con el mar caribe, Al sur con ecuador y Perú Al noroeste con la republica de Panamá Al oriente con Venezuela y brasil Y al occidente con el océano pacifico
Yo, Al norte, al sur, al noroeste, al oriente y al occidente limito contigo. JAIRO ANIBAL NIÑO
tita cariño , en mi blog hay un juego nuevo ,y doy un premio a la que acierte todas las respuestas, un beso de pitufa ,esta tarde leere tu cuento vale besitos.
ResponderEliminarhola tita,me gusto mucho el cuento de hoy lleno de magia y fantasia de la mano de los niños y de las hadas.
ResponderEliminaren cuanto al juego nuevo que dices lo he buscado y no lo he encontrado,asi que me ire sin dar las respuestas a este juego nuevo y mira que lo busque bien,se abra escondido??
un abrazo tita y que tengas un buen dia!!!!
Tita, me ha encantado el cuento, y es que hay que pensar muy bien las cosas como hizo Sofia, porque dicen que a veces los deseos se cumplen y como sean equivocados pueden dar muchos quebraderos de cabeza... yo no sabría muy bien que pedir, bueno si sabría realmente que pedir pero claro sería un Deseo hecho de varios Deseos y no sé si al ser tan variado se me concedería...jaja
ResponderEliminarBesitos Magicos
Me recuerda una película que quería cumplir el deseo de todo el mundo y se dió cuenta que muchos eran encontrados.
ResponderEliminarUn cuento muy bonito y del que, como siempre, se extrae una gran enseñanza.
Besos.............Leo
He tenido un problemilla con el ordenador, pero ya está arreglado y ME PONGO MANOS A LA OBRA YAAAAAA.
Hola Tita, te voy a reñir creia que no habias visto el premio del Colibri..pero veo que lo has colgado y tambien el que te hice personalizado...me tenias en vilo. Se que estas
ResponderEliminarmuy cogida de tiempo asi que otravez te revisaré que cosas tienes...jijijijijya no te riño más.
Ahora es una pregunta quien es Isabel 26 Tu???
y por hoy, hasta otro ratito un abrazo azul
marino de Begoña
hola tita,en arcoiris hay un premio esperandote amiga,un abrazo grande!!!!!!!
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