EL CAMINO AL CIELO. Pedro Pablo Sacristan
Había una vez un niño caminando por el campo, cuando entre las nubes vio un angelito cantando una bella canción, que enseguida desapareció.
El niño pensó que por allí debían estar las puertas del cielo, y sería divertido ver qué había. Así que comenzó a construir una gran torre de madera para llegar a las nubes, pero cuando fue muy alta, se derrumbó. Lo intentó también con adobe, con ladrillos y acero, pero su torre siempre se derrumbaba.
Cuando iba a abandonar, volvió a ver al angelito, rodeado de más ángeles, y al atender a la canción escuchó que su mensaje era que allí sólo se podía llegar si se quería con el corazón. La curiosidad desapareció, y deseó con todas sus fuerzas subir con ellos al cielo.
Pero no pudo, y vencido por la impotencia y la pena, se sentó y comenzó a llorar. Lloró, lloró y lloró tanto, tanto, que al salir el sol apareció en aquel lugar un magnífico arco iris, que precisamente fue a parar a la nube, donde se abrieron las puertas del cielo.
Y el niño recorrió aquel camino sobre el arco iris lleno de alegría, pues comprendió que sólo con verdaderos deseos del corazón se puede abrir el camino del cielo. Y Colorín Colorado..
Todas las coloraciones y formas que el cielo nos ofrece, tienen una propiedad común: que no pueden imitarse con los medios humanos. Siempre que se intenta reproducirlas sobre un lienzo, un papel, madera o metal, se fracasa irremediablemente.
Había una vez un niño caminando por el campo, cuando entre las nubes vio un angelito cantando una bella canción, que enseguida desapareció.
El niño pensó que por allí debían estar las puertas del cielo, y sería divertido ver qué había. Así que comenzó a construir una gran torre de madera para llegar a las nubes, pero cuando fue muy alta, se derrumbó. Lo intentó también con adobe, con ladrillos y acero, pero su torre siempre se derrumbaba.
Cuando iba a abandonar, volvió a ver al angelito, rodeado de más ángeles, y al atender a la canción escuchó que su mensaje era que allí sólo se podía llegar si se quería con el corazón. La curiosidad desapareció, y deseó con todas sus fuerzas subir con ellos al cielo.
Pero no pudo, y vencido por la impotencia y la pena, se sentó y comenzó a llorar. Lloró, lloró y lloró tanto, tanto, que al salir el sol apareció en aquel lugar un magnífico arco iris, que precisamente fue a parar a la nube, donde se abrieron las puertas del cielo.
Y el niño recorrió aquel camino sobre el arco iris lleno de alegría, pues comprendió que sólo con verdaderos deseos del corazón se puede abrir el camino del cielo. Y Colorín Colorado..
Todas las coloraciones y formas que el cielo nos ofrece, tienen una propiedad común: que no pueden imitarse con los medios humanos. Siempre que se intenta reproducirlas sobre un lienzo, un papel, madera o metal, se fracasa irremediablemente.
Hola!!
ResponderEliminarQue cuento mas bellito y al final el niño pasaba por el camino sobre el arco iris..
Un besito muy grande princesita muakk!!