¿QUIÉN ES EL MAS PODEROSO? Cuento tradicional indio.
Un mago quiere buscar el marido más poderoso de todos para la muchacha más bella de todas. ¿Quién será el afortunado?
Había una vez un mago que, mientras se estaba bañando en un lago, vio a una ratoncita a punto de ahogarse y la rescató. Al sacarla del agua, la transformó en una muchacha tan hermosa, que pensó en buscarle un marido que fuera el más poderoso de todos.
- Cásate con el Sol - le dijo a la muchacha. - No, no me casaré con él - le respondió la joven. El Sol no tiene piernas, sólo brazos de fuego. Además, ya tiene dos esposas: la luz y la sombra.
- ¡Pero si el Sol es el más poderoso de todos! - exclamó el mago. - No, no lo soy - replicó el Sol. - ¡Las nubes, si quieren, pueden ocultarme!
- Cásate con una nube pues - repuso el mago, dirigiéndose a la muchacha. No, no me casaré con una nube. Es negra y está llena de agua. Si me casara con ella estaría todo el día empapada. - ¡Pero si la nube es la más poderosa de todos! - volvió a exclamar el mago. - No, no lo soy - repuso la nube. - El viento es más fuerte que yo, ya que puede hacer que me vaya si quiere.
- Entonces cásate con el viento - dijo el mago a la joven. - No, no me casaré con el viento - replicó terca la joven. - El viento es frío y molesta siempre a las personas. - ¡Pero si el viento es el más poderoso de todos! - gritó exasperado el mago. - No, no lo soy - le respondió el viento. - No puedo hacer nada contra la montaña, ya que siempre que me lanzo contra ella, me rompo en pedazos.
- Cásate con la montaña entonces - sugirió el mago. - No, no me casaré con la montaña - respondió la muchacha. - La montaña es dura y está llena de rocas y de matojos. ¿Qué haría yo con alguien así? - ¡Pero si la montaña es la más poderosa de todos! - volvió a decir el mago.
- No, no lo soy - dijo la montaña. - Hay alguien que puede conmigo: el ratón. Si el ratón quiere, puede roerme y hacer que me desmorone. - ¿Te casarás con el ratón, pues? - preguntó finalmente el mago. - Sí - repuso la muchacha, y sonrió al ratoncito de dientes fuertes.
De esta manera, el mago volvió a transformar a la joven en ratoncita, que se fue corriendo por el campo con su amado ratón. Y Colorín colorado...
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