domingo, 19 de septiembre de 2010

CUENTO SINFÓNICO



LORELEY Y EL ANGEL DEL PIANO. VIVIANA DE CAMINO

Había una vez, un niñita que vivía con sus padres, en una casita de un pueblo pequeño, rodeado de bosques, su papá era un violinista que aunque era muy talentoso, eligió estar cerca de su familia, y entonces daba clases gratis para los niños del pueblo, actuando en todas las fiestas del mismo, su mamá hacía las tareas de casa, y era una gran pintora que cumplía su vocación en los ratos libres, ella pintaba ángeles.

La niñita, llamada Loreley, estudiaba piano, ya que su padre había visto en ella, grandes dotes para ser una excelente ejecutante, todas las mañanas, estudiaba, luego de cumplir sus otras tareas, ayudando a su madre en los quehaceres domésticos, mientras estaba encerrada en el estudio, escuchaba las risas y juegos de sus amiguitos, amaba la música, amaba el piano, la música que estudiaba, pero soñaba con ser una más entre los niños que reían alegres, corriendo por las pequeñas calles del poblado.

Un día, todos los niños, planeaban una excursión a la montaña, y estaban pletóricos de alegría, proyectaban lo que harían, preparaban sus viandas, y sus juguetes, Loreley pidió a su padre que la eximiera del estudio ese día, pero él, un buen hombre, muy conciente de las obligaciones, le dijo que no; ella se debía a su estudio; el día de la excursión, vio pasar por la ventana, todo el grupo de niños, en gran jolgorio. Se sintió mucho más sola, pero de pronto, se puso a tocar un Nocturno de Chopin, que sabía de memoria, porque sus ojitos estaban nublados por las lágrimas y no podía ver la partitura, en un momento, desvió la vista del teclado, y vio la imagen de uno de los cuadros de su madre, era un angelito de largos cabellos, vestido celeste casi blanco, una capa azul y alas maravillosas de color blanco, de pronto, vio que una fuerte luz, blanca, resplandeciente, salía desde esa imagen.

Ella siguió tocando, convencida que era una ilusión óptica, pero la imagen fue tomando una dimensión más grande, hasta que de a poco, salio del cuadro, y se posó al lado de Loreley, ella iba a interrumpir su interpretación, un poco asombrada, otro poco confusa, ya que creía estar teniendo una visión, cuando de pronto, el ángel le comenzó a hablar sin palabras, ella sabía lo que el ángel le decía, pero no escuchaba sonido alguno de su boca. Se dio cuenta que la voz salía desde las notas del piano, y ella entendía perfectamente lo que le estaba diciendo.

¿Qué le decía el ángel? "Loreley: tú tienes un Don divino, que Dios te concedió, estás haciendo algo mucho más importante, que jugar como todos los niños, pero se que a ti te gustaría estar con ellos, ser como ellos, por eso, cada vez que toques el piano, yo volveré, y te llevaré en un rayo de luz, hasta donde quieres estar. El piano seguirá sonando, a ti se te verá aquí, pero estarás con los niños, y podrás jugar con ellos, pero también te llevaré por paisajes, lugares que tú no conoces, y verás todo lo que hasta ahora no has podido, cada vez que interpretes esta música, aquí me encontrarás; Ahora, vamos a partir"

Loreley, sintió una gran felicidad, y se vio de pronto elevada en los dulces brazos, que suave y prontamente, la llevaron hasta el lugar donde todos los niños del pueblo estaban, jugó con ellos, hizo rondas, cantó, bailó, nadaron en un lago, escalaron un cerro y muchas cosas más, llegó la hora de volver, y el ángel, la tomó en su brazos, dejándola en su estudio, otra vez, así, cada vez que se ponía a estudiar e interpretar el piano venía su ángel, que la llevaba a los lugares más hermosos.

Un día, siendo la niña ya más grande, el ángel le dijo: "Desde hoy, ya no volveré a buscarte, pero tú sabes el camino, cuando estés interpretando obras maravillosas en tu piano, seguirás visitando los lugares más hermosos, y tu alma entrará en un regocijo muy grande, nunca más te sentirás sola; todos se preguntarán cómo haces para transformarte en alguien especial cuando estás en el teclado, tú verás mi luz desde el cuadro, y, sabrás el por qué"

Así, cuando la gente se maravillaba diciendo: "Cuando interpretas el piano, te transformas, pareces un ángel con un tesoro en tus manos" Loreley, sonreía mientras seguía tocando el piano.... sabiendo su secreto.

Y Colorín Colorado

La Música nos ha revelado a través de la historia que detrás de ella hay grandes niños prodigios que la saben interpretar, dejándonos muchas interrogantes al respecto



5 comentarios:

  1. ¡Que bonito! sin duda la música encierra una gran magia de la que son maravillosos transmisores los niños.
    Feliz domingo.
    Besitos.

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  2. hola tita,que seria de nosotros los humanos sin la magia de la musica,yo al menos no me imagino mi vida sin ella.

    precioso el cuento amiga siempre me haces volver a los años de mi niñez!!!!!

    un fuerte abrazo y feliz domingo!!!!!!!!!

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  3. Precioso el Cuento Tita, y muy cierto hay niños y niñas que tienen un don especial para la Música; yo tenía una amiga en un Barrio de Salamanca que iba al conservatorio y tocaba el piano, y lo tocaba tan bien que se la saltaban a una las lágrimas especialmente con alguna canción. Y el Video muy curioso también.
    Feliz Domingo y Besitos Musicales

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  4. Tita,vengo del blog de Tihada y me alegro de descubrirte.El cuento es una preciosidad y nos anima a sentir la música y la belleza de las cosas.El ángel ronda cerca cuando ponemos ilusión en los que hacemos y seguimos con nuestros sueños.
    Te felicito por el bello cuento.
    Mi abrazo inmenso,amiga.
    M.Jesús

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  5. Vengo a darte las gracias por tu bello comentario,que me ha emocionado,amiga.Te diré que,cuando era pequeña me decían "Tita",porque mi segundo nombre es Carmen,por tanto tu blog me resulta familiar por muchas cosas...!Me encantan los cuentos y le he mostrado a mi hija el video,que es una gozada.
    Te dejo mi abrazo inmenso.
    M.Jesús

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