ADALINA, EL HADA SIN ALAS. Pedro Pablo Sacristan
Adalina no era un hada normal. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas. Y eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las Hadas. Como era tan pequeña como una flor, todo eran problemas y dificultades. No sólo no podía volar, sino que apenas tenía poderes mágicos, pues la magia de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal. Así que desde muy pequeña dependió de la ayuda de los demás para muchísimas cosas. Adalina creció dando las gracias, sonriendo y haciendo amigos, de forma que todos los animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla.
Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina, muchas hadas dudaron que pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto protestaron y discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba en la que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer.
La pequeña hada se entristeció muchísimo. ¿Qué podría hacer, si apenas era mágica y ni siquiera podía llegar muy lejos con sus cortas piernitas? Pero mientras Adalina trataba de imaginar algo que pudiera sorprender al resto de las hadas, sentada sobre una piedra junto al río, la noticia se extendió entre sus amigos los animales del bosque. Y al poco, cientos de animalillos estaban junto a ella, dispuestos a ayudarla en lo que necesitara. - Muchas gracias, amiguitos. Me siento mucho mejor con todos vosotros a mi lado- dijo con la más dulce de sus sonrisas- pero no sé si podréis ayudarme.
- ¡Claro que sí! - respondió la ardilla- Dinos, ¿qué harías para sorprender a esas hadas tontorronas? Ufff.... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna a todos los habitantes del bosque. O... también me encantaría pintar en el cielo un arco iris durante la noche, bajo la pálida luz de la luna, para que los seres nocturnos pudieran contemplar su belleza... Pero como no tengo magia ni alas donde guardarla... - ¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! -gritó ilusionada una vieja tortuga que volaba por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.
Era verdad. Al hablar Adalina de sus deseos más profundos, una ola de magia había invadido a sus amiguitos, que salieron volando por los aires para crear el mágico arco iris, y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de agua que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas. Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones, ranas, pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color, en un espectáculo jamás visto que hizo las delicias de todos los habitantes del bosque.
Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera ella sabía aún de dónde había surgido una magia tan poderosa. Y no fue hasta algún tiempo después que la joven reina comprendió que ella misma era la primera de las Grandes Hadas, aquellas cuya magia no estaba guardada en sí mismas, sino entre todos sus verdaderos amigos.
Y Colorín Colorado…
Las Hadas del Aire tienen reina
Adalina no era un hada normal. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas. Y eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las Hadas. Como era tan pequeña como una flor, todo eran problemas y dificultades. No sólo no podía volar, sino que apenas tenía poderes mágicos, pues la magia de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal. Así que desde muy pequeña dependió de la ayuda de los demás para muchísimas cosas. Adalina creció dando las gracias, sonriendo y haciendo amigos, de forma que todos los animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla.
Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina, muchas hadas dudaron que pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto protestaron y discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba en la que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer.
La pequeña hada se entristeció muchísimo. ¿Qué podría hacer, si apenas era mágica y ni siquiera podía llegar muy lejos con sus cortas piernitas? Pero mientras Adalina trataba de imaginar algo que pudiera sorprender al resto de las hadas, sentada sobre una piedra junto al río, la noticia se extendió entre sus amigos los animales del bosque. Y al poco, cientos de animalillos estaban junto a ella, dispuestos a ayudarla en lo que necesitara. - Muchas gracias, amiguitos. Me siento mucho mejor con todos vosotros a mi lado- dijo con la más dulce de sus sonrisas- pero no sé si podréis ayudarme.
- ¡Claro que sí! - respondió la ardilla- Dinos, ¿qué harías para sorprender a esas hadas tontorronas? Ufff.... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna a todos los habitantes del bosque. O... también me encantaría pintar en el cielo un arco iris durante la noche, bajo la pálida luz de la luna, para que los seres nocturnos pudieran contemplar su belleza... Pero como no tengo magia ni alas donde guardarla... - ¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! -gritó ilusionada una vieja tortuga que volaba por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.
Era verdad. Al hablar Adalina de sus deseos más profundos, una ola de magia había invadido a sus amiguitos, que salieron volando por los aires para crear el mágico arco iris, y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de agua que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas. Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones, ranas, pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color, en un espectáculo jamás visto que hizo las delicias de todos los habitantes del bosque.
Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera ella sabía aún de dónde había surgido una magia tan poderosa. Y no fue hasta algún tiempo después que la joven reina comprendió que ella misma era la primera de las Grandes Hadas, aquellas cuya magia no estaba guardada en sí mismas, sino entre todos sus verdaderos amigos.
Y Colorín Colorado…
Las Hadas del Aire tienen reina
la vida en compañia de los amigos se pasa mucho mejor y junto a ellos esta magica hadita pudo concretar sus sueños,incluso hasta los rayos de sol y los colores del arcoiris.
ResponderEliminarprecioso cuento tita,gracias por compartirlo.
un fuerte abrazo y feliz fin de semana!!!!!!!
Gracias por vuestro comentario en mi blog de cuentos.
ResponderEliminarYo tambien tengo cuentos publicados en forma de video-cuentos por si os interesan para vuestros trabajos, pero teneís que buscar un poco son entradas mas antiguas.
Con comentarios como el que he recibido hoy sobran todos los premios del mundo.
Muchisimas GRACIAS de todo corazón y mi humilde persona se siente hoy muy especial.
Cuando decidí escribir cuentos nunca pensé en publicarlos en un blog y fué mi hermana Pilar:"LAS MINIS DE PILAR" quien lo abrió y medio me obligó a hacerlo, creo que ella creia en mí mas que yo misma, me daba mucha verguenza enfrentarme a un publico tan grande pero poco a poco he ido cogiendo confianza en mí misma y es gracias a personas como vosotros.
Si esto que hago sirve para que una sola persona o niño se sienta un poquito más feliz y acompañad@ mí trabajo ha merecido y segirá mereciendo la pena.
Creo que nunca me habia abierto tanto a un@s "desconocid@s" pero me siento bien en vuestro blog y con vosotr@s, una vez más mil Gracias.
hasta pronto besos Nati.
¡que bonito cuento, me has hecho sentir niño decir que si Y ...a este cuento , me has hecho sntirme personaje y aprender a volar sin alas
ResponderEliminar¡bonito bonito!
Amiga que cuento tan maravilloso me
ResponderEliminargusto mucho como siempre pase un bonito
momento muy entretenido muchas gracias.
Un fuerte abrazo y feliz domingo besos.
Tita que fabulosos comentarios, por otro lado he recibido otros, todos me entusiasman y me siguen dando ideas para progresar con el tema de los sapos. Tita, efectivamente los sapos SI SABEN LEER pero no quieren comprender lo que leen. Se hacen los sapos... Si estan en Facebook me encantaria tenerlas en mi grupo de amigas para invitarlas al grupo del Centro Luz de Almas y nuestro primer evento de Navidad 2010. Es para mi un lujo, un privilegio y un regalo del cielo tenerlas entre mis amigas escritoras, ambas son mujeres FABULOSAS y espero tener el gusto en un futuro de conocerlas a ambas a ti Milagros en Lima y a ti Tita en alguno de mis viajes a Colombia. Besitos de luz
ResponderEliminarHola Tita, qué cuento fantástico, los propios dones no reconocidos al principio, y bellísimas las ideas del hada sobre lo que le gustaría hacer, muy poético!
ResponderEliminarPrecioso cuento !!!!!! con ideas a profundizar
ResponderEliminarencantada de conocerte . Un saludo cariñoso Begoña