LAS LENGUAS HECHIZADAS. Pedro Pablo Sacristán
Hubo una vez un brujo malvado que una noche robó mil lenguas en una ciudad, y después de aplicarles un hechizo para que sólo hablaran cosas malas de todo el mundo, se las devolvió a sus dueños sin que estos se dieran cuenta.
De este modo, en muy poco tiempo, en aquella ciudad sólo se hablaban cosas malas de todo el mundo: "que si este había hecho esto, que si aquel lo otro, que si este era un pesado y el otro un torpe", etc... y aquello sólo llevaba a que todos estuvieran enfadados con todos, para mayor alegría del brujo.
Al ver la situación, el Gran Mago decidió intervenir con sus mismas armas, haciendo un encantamiento sobre las orejas de todos. Las orejas cobraron vida, y cada vez que alguna de las lenguas empezaba sus críticas, ellas se cerraban fuertemente, impidiendo que la gente oyera.
Así empezó la batalla terrible entre lenguas y orejas, unas criticando sin parar, y las otras haciéndose las sordas...
¿Quién ganó la batalla? Pues con el paso del tiempo, las lenguas hechizadas empezaron a sentirse inútiles: ¿para qué hablar si nadie les escuchaba?, y como eran lenguas, y preferían que las escuchasen, empezaron a cambiar lo que decían.
Y cuando comprobaron que diciendo cosas buenas y bonitas de todo y de todos, volvían a escucharles, se llenaron de alegría y olvidaron para siempre su hechizo.
Y aún hoy el brujo malvado sigue hechizando lenguas por el mundo, pero gracias al mago ya todos saben que lo que único que hay que hacer para acabar con las críticas y los criticones, es cerrar las orejas, y no hacerles caso.
Y Colorín Colorado
El silencio se escribe, se ofrece a la escucha.
Hubo una vez un brujo malvado que una noche robó mil lenguas en una ciudad, y después de aplicarles un hechizo para que sólo hablaran cosas malas de todo el mundo, se las devolvió a sus dueños sin que estos se dieran cuenta.
De este modo, en muy poco tiempo, en aquella ciudad sólo se hablaban cosas malas de todo el mundo: "que si este había hecho esto, que si aquel lo otro, que si este era un pesado y el otro un torpe", etc... y aquello sólo llevaba a que todos estuvieran enfadados con todos, para mayor alegría del brujo.
Al ver la situación, el Gran Mago decidió intervenir con sus mismas armas, haciendo un encantamiento sobre las orejas de todos. Las orejas cobraron vida, y cada vez que alguna de las lenguas empezaba sus críticas, ellas se cerraban fuertemente, impidiendo que la gente oyera.
Así empezó la batalla terrible entre lenguas y orejas, unas criticando sin parar, y las otras haciéndose las sordas...
¿Quién ganó la batalla? Pues con el paso del tiempo, las lenguas hechizadas empezaron a sentirse inútiles: ¿para qué hablar si nadie les escuchaba?, y como eran lenguas, y preferían que las escuchasen, empezaron a cambiar lo que decían.
Y cuando comprobaron que diciendo cosas buenas y bonitas de todo y de todos, volvían a escucharles, se llenaron de alegría y olvidaron para siempre su hechizo.
Y aún hoy el brujo malvado sigue hechizando lenguas por el mundo, pero gracias al mago ya todos saben que lo que único que hay que hacer para acabar con las críticas y los criticones, es cerrar las orejas, y no hacerles caso.
Y Colorín Colorado
El silencio se escribe, se ofrece a la escucha.
Tita, me han encantado el Cuento de las lenguas y las orejas y el Video (jeje me he reído mucho con los cambios de Merlin en raton, cabra montesa, ...jajaja). Le pongo a todo una puntuación de 10.
ResponderEliminarFeliz Fin de Semana
Besos
hola tita,me gusto mucho el cuento de las lenguas embrujadas porque en la vida real tambien sucede lo mismo,si alguien viene y te habla mal de alguien y tu haces oidos sordos entonces la persona se da cuenta que no puede contar contigo para sus habladurias,se cansara y ya un dia no volvera hablarte mal de nadir mas.
ResponderEliminarun besllo cuento amiga que como siempre vienen de la mano de una buena moraleja.
un abrazo tita y feliz fin de semana!!!!!!!!
Coincidimos con la transformación y las mariposas.
ResponderEliminarTransformemos nuestros pensamientos que luego serán palabras.
Sólo el amor nos hace decir cosas bellas!
Gracias Tita.
Hola Tita qué bello cuento para resaltar el valor de la palabra y aprender a escuchar lo positivo, lo que nos ayuda a crecer.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo!!!
Hola , guapa la verdad ,es que de eso hay mucho , hoy día y lo peor de todo es que a la que pillan , por banda lo dejan listo , no crees ? es un cuento que da mucho que pensar , y tiene un mensaje muy claros , un besito de pitufa.
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