LOS ENANITOS MÁGICOS. Hermanos Grimm
Erase una vez un zapatero tan pobre que apenas tenía material para fabricar un par de zapatos. Una noche cortó el cuero y se fue a dormir arrastrando los pies, pues sabía que con eso no tendría suficiente para alimentarse él y su amada esposa. Cuál fue su sorpresa cuando a la mañana siguiente el cuero se había transformado en unos lindos zapatos, sin ningún tipo de tara ni defecto. En ese mismo instante, entró un buen hombre y pagó el doble del precio por esos zapatos tan bien hechos.
Lo mismo sucedió los días siguientes; el zapatero dejaba el material encima de la mesa cada noche y amanecía con un sinfín de variedad de zapatos que lo llevaron a hacerse rico y famoso.
Un día cercano a Navidad su esposa le instó para que se quedaran en vela toda la noche y averiguar qué era lo que estaba pasando. Y así hicieron: escondiéndose detrás de las ropas del armario vieron cómo a partir de las doce aparecían unos traviesos enanitos desnudos que se ponían a trabajar con gran agilidad y destreza hasta que terminaban y se iban.
Visto esto, la mujer le dijo a su esposo que debían agradecerles de alguna manera todo lo que habían hecho por ellos y decidió hacerles ropa a su medida, junto con un gorro y unos zapatos.
A la noche siguiente los enanitos volvieron al taller y encima de la mesa no encontraron el material como siempre, sino una ropa perfectamente doblada. Los enanitos manifestaron su alegría dando saltos y poniéndose a cantar, después se pusieron los vestidos y se marcharon bailando. Nunca más se supo de ellos.
Y Colorín Colorado
Hermoso cuento,los enanitos mágicos,atendieron la pobreza del zapatero y premiaron su constancia y su buena voluntad.
ResponderEliminarEl zapatero mostró su buen corazón correspondiendo.Hemos de ser siempre agradecidos,ello nos honrará y nos hará dignos.
Mi felicitación y mi abrazo grande,Tita.
Tita, me ha encantado el Cuento de los Enanitos haciendole el trabajo al Zapatero, y la alegria luego de ver sus ropas...; este cuento, me recuerda a otra Leyenda que dice que San Isidro se fue a descansar dejando los bueyes en el campo y cuando volvio al campo, los bueyes sólos habían hecho todo el trabajo...de labrar la tierra. Probablemente a San Isidro Labrador le ocurriera algo parecido a lo que le pasaba a ese zapatero pobre del cuento.
ResponderEliminarPrecioso Cuento Tita
Besitos