LA JUNTA DE LOS RATONES. Cuento Tradicional
Una vez se juntaron los ratones para hablar de cosas importantes. -Nuestra suerte sería feliz si no fuera por el gato -dijo uno. -Sí, ¡maldito gato! - dijo otro. -Vivimos asustados, temblando todo el tiempo.
-Ya no podemos más -Nunca podemos comer a gusto. -El gato llega tan callado... -Y da unos saltos tan enormes y tan rápidos...
Otros muchos ratones tomaron la palabra, y a veces hablaban varios al mismo tiempo. Pero a nadie se le ocurría la manera de evitar tamaños sustos.
De repente, por encima de todas las voces, se oyeron los gritos de un ratón que tenía fama de inteligente: -¡Yo sé lo que hay que hacer! Tengo en mi agujero un cascabel que suena muy bien. ¡Ése es el remedio! Basta esperar que el gato esté dormido y colgarle el cascabel al cuello.
Así, cada vez que el gato nos ande buscando, él mismo nos avisará y podremos escapar a tiempo. El discurso fue un gran éxito. Unos abrazaban al orador, otros lo besaban, otros le daban palmaditas, otros le decían palabras de felicitación, y todos los demás aplaudían.
Pero había un ratón viejito que no aplaudía ni nada. Le preguntaron por qué, y él contestó: -La idea no es mala, pero aplaudiré cuando sepa una cosa: ¿quién se animará a ponerle el cascabel al gato?.
Y Colorín Colorado…
Refrán proviene del occitano refrahn, que significa gentes de pueblo (catetos). En la lengua española, la denominación "refranes" tiene una gran difusión hasta el punto de rivalizar a los proverbios
-Ya no podemos más -Nunca podemos comer a gusto. -El gato llega tan callado... -Y da unos saltos tan enormes y tan rápidos...
Otros muchos ratones tomaron la palabra, y a veces hablaban varios al mismo tiempo. Pero a nadie se le ocurría la manera de evitar tamaños sustos.
De repente, por encima de todas las voces, se oyeron los gritos de un ratón que tenía fama de inteligente: -¡Yo sé lo que hay que hacer! Tengo en mi agujero un cascabel que suena muy bien. ¡Ése es el remedio! Basta esperar que el gato esté dormido y colgarle el cascabel al cuello.
Así, cada vez que el gato nos ande buscando, él mismo nos avisará y podremos escapar a tiempo. El discurso fue un gran éxito. Unos abrazaban al orador, otros lo besaban, otros le daban palmaditas, otros le decían palabras de felicitación, y todos los demás aplaudían.
Pero había un ratón viejito que no aplaudía ni nada. Le preguntaron por qué, y él contestó: -La idea no es mala, pero aplaudiré cuando sepa una cosa: ¿quién se animará a ponerle el cascabel al gato?.
Y Colorín Colorado…
Refrán proviene del occitano refrahn, que significa gentes de pueblo (catetos). En la lengua española, la denominación "refranes" tiene una gran difusión hasta el punto de rivalizar a los proverbios
Un cuento que parece mas humanos y de sus cotidianidades!!
ResponderEliminarEs más yo siempre pensé que el refrán en este caso moraleja era: ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Un besito marino!!!
hola tita,muy bueno el cuento del raton y del gato.
ResponderEliminarahora comprendo el significa de este dicho tan polular,gracias por compartirlo.
un fuerte abrazo amiga y que tngas buen dia!!!!!!!!
Gracias amiguita que lind o escribes
ResponderEliminarbesitos y buenas noches
Muchos hablan ¡pero quién le pone el cascabel al gato!
ResponderEliminarABRAZOS TITA!!!