EL BÚHO. Jacob y Whilhelm Grimm
Hace trescientos o cuatrocientos años, cuando la gente estaba muy lejos de ser tan mañosa y astuta como lo es ahora, algo extraordinario ocurrió en un pequeño pueblo. Por alguna circunstancia desconocida, uno de los grandes búhos, llamado búho cornudo, llegó desde los bosques vecinos al establo de uno de los habitantes del pueblo durante la noche, y cuando estaba la luz del día, no se atrevía a salir de su nuevo refugio, por miedo a otras aves, que hacían un terrible escándalo cuando él aparecía.
En la mañana, cuando el sirviente del dueño de la propiedad fue al establo por algo de paja, se alarmó tanto cuando vio al búho, que salió corriendo a anunciarle al patrón, que un monstruo, como nunca había visto en su vida, y que podría devorar a un hombre sin ninguna dificultad, estaba sentado en el granero y girando sus ojos horriblemente.
"Ya te conozco"- dijo el patrón," y sé que tienes el coraje suficiente para perseguir un mirlo por el campo, pero cuando ves una gallina muerta, primero te aseguras de tener un buen palo contigo para acercarte a ella. Yo debo de ir personalmente para ver qué clase de monstruo es ese." Y el patrón se acercó cuidadosamente al granero mirando alrededor. Sin embargo, cuando localizó a la extraña criatura con sus propios ojos, no estuvo menos aterrorizado que su sirviente. Y en dos rápidos saltos salió del establo, corrió donde sus vecinos, implorándoles que lo ayudaran contra una desconocida y peligrosa bestia, porque si no, todo el pueblo estaría en peligro, en caso de que la bestia abandonara el granero, donde estaba posada.
Un gran estrépito y clamor se formó en todas las calles, los pobladores se armaron con espadas, tridentes, picos y hachas, como si fueran a luchar contra un poderoso enemigo, y finalmente, hasta los regidores aparecieron con el alcalde a la cabeza. Después de reunirse en la plaza del mercado, marcharon al establo y lo rodearon por todos lados. Y allí, uno de los más valerosos de todos ellos, avanzó y entró con su espada bajada, pero regresó inmediatamente corriendo como desesperado y pálido como un muerto, y no podía siquiera pronunciar una sola palabra. Otros dos más, también se aventuraron a entrar, pero no les fue nada mejor.
Por fin, un hombre grande, que era famoso por sus acciones de guerra, avanzó y dijo: "El monstruo no se irá por solamente verlo, debemos de vencerlo, pero he visto que todos se han acobardado, y nadie se atreve a enfrentar al animal." Él pidió que le dieran alguna armadura, consiguió un sable y una espada, y se armó el solo. Todos alababan su coraje, aunque muchos temían por su vida. Las dos puertas del establo fueron abiertas, y todos vieron al búho, que en el entretanto se había colocado él mismo al centro de una gran viga que cruzaba el establo.
El hombre llevó una escalera, y cuando la levantó, y estaba listo para subir, todos gritaban que él sí demostraba su bravura, y lo encomendaban a San Jorge, quien había derrotado al dragón. Cuando subió casi toda la escalera, y el búho notó que venían en contra de él, y que la multitud le gritaba y lo maldecía, y que no sabía cómo escapar, empezó a rotar sus ojos, paró sus plumas, aleteó sus alas, abrió su pico y gritó: "¡Tujii! ¡Tujoo!"- con un tono muy desagradable.
-"¡Pégale duro! ¡Pégale duro!"- gritaba afuera la multitud al valiente héroe. "Cualquiera que estuviera donde yo estoy"- contestaba el hombre, "no se lamenta, golpea." Y él entonces subió un peldaño más de la escalera, pero se le empezó a tambalear, y sin poder sostenerse, cayó estrepitosamente hacia atrás. Ahora sí que nadie se atrevía a ponerse en tal peligro. "El monstruo" dijeron, -"ha envenenado y herido mortalmente a nuestro hombre más fuerte entre todos nosotros, con tan simplemente mirarlo y soplar sobre él. ¿Debemos nosotros también, arriesgar nuestras vidas?" Ellos hicieron concejo sobre qué era lo que debían hacer para evitar que todo el pueblo fuera destruido. Por un rato, todo lo que proponían parecía no tener ningún uso útil, hasta que al final el alcalde sugirió una solución. "Mi opinión"- dijo él, -"es que debemos, fuera de todo reglamento, pagar por este establo, con todo lo que contiene, maíz, paja, y lino, para identificar al dueño, y entonces quemarlo completamente, junto con la bestia que habita allí. Así nadie arriesgará más su vida. No es hora de pensar en costos, y la tacañería debe olvidarse."
Todos estuvieron de acuerdo con él. Así que prendieron fuego por los cuatro costados al edificio, y el búho fue injustamente quemado. Si alguien no quiere creer la historia, que vaya allá y lo vea por sí mismo.
Colorín Colorado
Hola a todos y todas, grandes y chicos, quiero disculparme por estar algo ausente, afortunadamente obedece a mucho trabajo, sin embargo los pienso, y los leo, mientras subo los inmuebles, ya saben Santa Marta Mágica, en esos momentos tejo palabras de ilusión para cada uno, pero los comentarios solo los puedo hacer con el correo personal abierto, y la otra operación es con otro correo; mañana me pongo al día, mientras les renuevo mi afecto y admiración!
ResponderEliminarUn Besito Marino
hola amiga,tranquila que sabemos que estas con mucha faena,aunque te confieso que en nuestro rinconcito se te echa de menos.
ResponderEliminarme encanto el cuento del buho,aunque me dio algo de penita por el porque despues de todo no dejaba de ser un simple buho asustado.
te dejo un fuerte abrazo y sigue adelante con tu nuevo proyecto,me alegro que vaya viento en popa!!!!!!!
Querida Tita, ni te preocupes que todos sabemos que el trabajo que tienes te complica.
ResponderEliminarEl cuento de hoy me ha gustado mucho porque tal como está la sociedad hoy día, sobre todo la europea, con tantos problemas de prejuicios este sería un buen ejemplo para que todos leyeran.
En fin, mientras tanto lo daremos a conocer a los más cercanos como buena lección de vida.
Gracias, como siempre, por la entrada del día.
Besotes, y suerte.
Hermosa historia para los niños que le leen...
ResponderEliminarSaludos =)ahora estaré constantemente pasando por aquí para leerle sus cuentos a mi sobrina y estar al pendiente de mas.
Besos
Gracias Tita!!!
ResponderEliminarPor enriquecer siempre nuestras almas y corazones con tus cuentos.
Luz y Amor, Ni Nut
Tita, no te apures, ya sabemos que andas muy liada con el trabajo, a todos/as nos pasa igual cuando tenemos la fortuna de trabajar, ó cuando por otros inconvenientes no podemos estar al día tanto como quisieramos...
ResponderEliminarMuy buen cuento el del Buho, pobrecillo, yo pensé que echaría a volar en cualquier momento y se libraría pero no, tan asustado estaba que se dejó quemar...y totalmente de acuerdo con la frase "la ignorancia y los prejuicios nos perjudican a todos" desde luego que sí; estaba pensando justo en la obra de Teatro que ví anoche, titulada "Caminos" e iba precisamente sobre ese tema, la inmigración y la emigración, los prejuicios, estereotipos y la ignorancia sobre los inmigrantes...en la que una de las cosas que se escenificaba era la ignorancia de algunas personas que se permiten tratar como tontos a los inmigrantes y luego resulta que son esas personas las que ignoran lo fundamental ¡Estaba muy muy bueno!. A modo de anecdota decir que daban pasaportes de comunitarios y no comunitarios y a los no comunitarios nos dejaban en la escalera, nos cuestionaban, nos cacheaban todo ficticiamente claro....y a mi me tocó pasaporte no comunitario; al final nos dejaban sentar a todos en las butacas normalmente claro, pero reflejaba perfectamente lo mal que se lo hacen pasar a los inmigrantes y la discriminacion incluso entre ellos...bueno no me enrollo más...
Que te sea leve la tarea Tita, y comentar cuando puedas...
Buen Fin de Semana ó Puente de los Santos
Besitos Acogedores